De los héroes
Qué bien jugó Alemania. Y perdió. El fútbol son los Campos Elíseos de los héroes, el lugar donde se demuestra la dignidad y la templanza, el valor o la cobardía, el pecado, la culpa, la piedad. Oliver Kahn, el cerbero nibelungo, dejó entrever su lado humano cuando un balón se le escapó de las manos y acabó hiriendo la red, y a él mismo, con el oportunismo de Ronaldo, otro héroe, el que tuvo que luchar contra el dolor durante muchos meses, para estar allí, en el momento decisivo en el que ese balón se escapa, rueda unos metros y llega a sus pies. La genialidad también estuvo de su lado en el segundo gol, y con él la alegría contagiosa, la felicidad infantil de los canarinhos y sus camisetas evangélicas que imploraban una ayuda divina innecesaria entre tanto talento, hasta verse cubiertos por una nube plateada y la luz de la victoria nueva y antigua y un Grial dorado, acariciado, palpado, tocado, besado por todos, y que regresa a las manos de sus adalides.
No hay comentarios:
Publicar un comentario