viernes, 29 de octubre de 2004

Instrucciones para el dos de noviembre




Vía No religion now

El personaje y el argumento
Un jardín parabólico


De esta forma, los favoritos de las cámaras de los informativos no son los más inteligentes, si no los más ingeniosos, y se descarta a aquellos que parecen normales o anodinos, frente a los llamativos, escandalosos, pendencieros, o sencillamente caraduras, aseveración ésta que sirve igualmente para analizar la información parlamentaria como los colaboradores de los programas matutinos, o los resúmenes de Gran Hermano.

Por su parte, desde la realidad, se conoce del gusto por esos elementos, por la palabra ingeniosa, por el argumento sencillo y el aspecto que permita una rápida identificación, con lo que se premia a quien hace gala de esos elementos para que siga haciendo precisamente eso. Siendo ingenioso y superficial, polémico y vacío, falsamente inteligente, para que sea, en definitiva, un actorcillo en el teatrillo que día a día se contruye en programas y tertulias.

Por todo ello, no es de extrañar que el análisis de los medios de comunicación en los Estados Unidos de América ante las inminentes elecciones, da como resultado que las televisiones, por abrumadora mayoría, apoyan al actual presidente George Bush.
(Artículo completo).


jueves, 28 de octubre de 2004

Una vaca volando
Ya cualquier cosa es posible. Existe una bitácora que demuestra que las vacas vuelan, y no es un truco, o una manipulación de imágenes. Aquí está.



Vía
Mi vida como un osito de peluche

martes, 26 de octubre de 2004

El laico claustro
Un jardín parabólico

Si el jardinero tuviese que buscar un santo patrón, una referencia, a buen seguro que dejaría de lado a San Isidro Labrador, aquel que según la leyenda popular, permitía que los ángeles le arasen los campos para poder pararse a rezar, un previo ejemplo de outsourcing, y optaría por escoger un ejemplo religioso también, pero de base laica para sus preferencias. Y elegiría, sin dudar demasiado, a Johan Gregor Mendel el monje agustino austriaco que, con paciencia se propuso averiguar cuales eran las leyes que regían la evidente herencia, y con sus descubrimientos redujo notablemente la acción de un Dios todopoderoso sobre los hechos y actos que tenían lugar en el jardín, y en concreto, en la reproducción de las plantas. Con la herramienta de la ciencia y no de la fe, el buen monje describió las tres principales leyes de la herencia y abrió la puerta a lo que acabaría siendo una importante rama de la ciencia biológica, la genética, con todas las consecuencias que esto trajo. El jardinero siempre ha tenido predilección por los héroes desconocidos, como Mendel, minusvalorado en su época y rescatado por Hugo de Vries, Karl Erich Correns y Erich Tschermack medio siglo después. (../...) sigue.

lunes, 25 de octubre de 2004

Sentidas disculpas

Aquí se es consciente de que esto no es un asunto que interese a nadie, que se desaconsejable, que no aporta nada. Lo cierto es que no publico porque no tengo Internet y es gracias a mi suministrador, Telecable. El trléfono de atención al cliente es un desastre. Un ejemplo de subcontrata con teleoperadores que no tienen ni idea de qué ocurre, dónde ocurre o cómo. Es usual caer en la trampa de creer que porque son sólo un "teleoperador" no se les puede exigir. Al contrario. Hay que hacerles notar su incapacidad para resolver problemas, destacarles su función de "cortafuegos" ante las quejas, y de lo alienante de su trabajo. Decirles bien a las claras si no les da vergüenza trabajar para no resolver nada, para impedir que las cosas se arreglen. Quizás así se logran que reaccionen, o al menos calmar los nervios de uno que esta pagando un servicio que no recibe. También sirve para minar la moral y que finalmente queden trabajando los más resolutivos o los más impabidos. la supuesta educación del cliente es un arma que usa la empresa para evitar atender las quejas y redistribuir la carga de trabajo.

Por otro lado los tipos que vienen a casa son de lo más amable, y se agradece, además de que son eficaces

viernes, 15 de octubre de 2004

El fin de los días
Un jardín parabólico


Si el jardinero tuviera un día que definirse así mismo, lo haría en negativo, y no con una expresión feliz, optimista. Nuestro hombre, abrumado por el otoño, diría, "yo soy aquel que mantiene apartado al bosque" y como es leído en novelas del siglo XIX, añadiría, "soy el que trata de contener la selva". Su propio oficio, reordenar el natural mundo para hacerlo más apetecible, más humano, menos raro, tiene su vertiente destructora, aquella que obliga a erradicar de malas hierbas las praderas, vigilar los parásitos de los árboles y limpiar las estatuas. El territorio que el jardinero mantiene, con ser imagen de la naturaleza, que las más de las veces le rodea, no deja de ser un ejemplo perviviente de lo que no es: la naturaleza, libre, virgen, salvaje. Pero es en este punto en el que radica su propia definición y su propia existencia: el jardín no es si no por el contraste frente al medio natural, aquel que no está domesticado por la mano del hombre, de igual manera que la televisión no es la realidad, sino un reflejo modificado de la misma, una imagen transgresora o apocada de la sociedad que la consume. Y las tenues fronteras entre lo cautivo y lo salvaje deben mantenerse, puesto que en el momento en el que caen, ambas, la sociedad y la televisión, el jardín y el bosque, dejan de tener de sentido y se funden en uno que es el fin de todo. (../...) sigue

Cambios

Estamos en epoca de cambios, es evidente. Pido perdón por la violencia cromática. Será sólo temporal.

jueves, 14 de octubre de 2004

Pues yo quería ser astronauta
"El Barça quiere fichar a un argentino de 12 años, pensando que puede ser un nuevo Maradona. Como mínimo. De entrada, la noticia tiene pinta de clásica historia de niño prodigio frustrado. Si viene a Barcelona, seguramente jugará bien en eso que llaman las categorías inferiores. Incluso puede que en el filial no lo haga mal del todo.

Pero llegará al primer equipo y allí comenzarán a torcerse las cosas. No marcará goles, no le saldrán los pases y cada vez que toque el balón, lo perderá como quien pierde un paraguas. Obviamente, lo primero que hará quien sea entrenador del Barcelona, será pedir paciencia y recordar que es el jugador más joven de primera división. Pero irán pasando las semanas y el jugador seguirá sin dar pie con bola. Acabará la temporada en el banquillo. El año siguiente será peor: apenas cuatro partidos como titular, y ninguno jugado entero. Jugará cedido en otro equipo de primera, donde pasará la mitad de la temporada en blanco. Luego lo enterrarán en segunda división, donde jugará tres o cuatro años hasta que aproveche una lesión para retirarse y montar un bar.

En su bar no se hablará de fútbol. Ni siquiera tendrá televisión, no sea que a alguien se le ocurra pedirle que ponga algún partido. En unos años ya nadie se acordará de él, aunque, claro, siempre habrá dos o tres clientes habituales que conocerán la historia vete tú a saber cómo y la comentarán a sus espaldas. "Ah, ¿no sabías que Erik había jugado en el Barça?"

Cuando su hijo cumpla siete años, la suegra le regalará una pelota. La oficial de la liga. O del mundial. Y Erik agarrará una buena pelotera. "Ay, hijo, que quieres, el niño quería una pelota, es su cumpleaños, ¿no querrás que le compre un puzzle?"
Le joderá ver esa pelota. Pero más le joderá acompañar un día a su hijo al parque de al lado de casa y ver lo mal que golpea el balón. Harto, le gritará un "así, no, joder" y, sin disimular su fastidio, le enseñará un par de trucos. Será la primera vez en diez o doce años que toca una pelota.
-Papá, ¿verdad que tú jugaste en el Barça?
Erik no recordará haberle dicho nada, pero, en fin, esas cosas se saben. Igual vio los recortes de prensa guardados en el fondo del armario, o quizás su mujer le había comentado alguna cosa.
-Sí... Pero sólo dos años.
El niño le dirá que lo ha contado en el colegio y que no le creen.
-Ya te daré una foto para que la lleves.
-¿Y eras bueno?
Se callará unos segundos antes de contestar.
-El mejor. Me trajeron de Argentina cuando tenía doce años. Pero me lesioné. No me llego a joder la rodilla y tu padre sería el segundo Maradona.
No será la primera vez que lo piensa, pero sí será la primera vez que lo diga. Incluso comenzará a creérselo."

Con un ingenio nada decadente Jaime cuenta esta historia posible, triste y hermosa, inspirada en la realidad.

viernes, 8 de octubre de 2004

Cuestión de dinero
Un jardín parabólico


Conoce bien el jardinero su condición y como hombre de campo, de naturaleza, es práctico y pragmático, así que a aquellos que vengan con las habituales y bonitas peroratas sobre la placidez de su trabajo, la utilidad de la belleza que construye con las plantas y sus manos, a aquellos que alaben la paz espiritual que desprende el jardín construido y mantenido por él, a aquellos que traten de halagar la vanidad inexistente de quién se gana el sustento con las manos, a todos, les sonreirá como sólo sabe hacerlo aquel que ha visto demasiado, escuchado mucho y hablado poco, que es lo que suele hacer la gente de la tierra. Para el jardinero no hay engaño. Su trabajo, por hermoso que sea el resultado, es superfluo, es un mero capricho para deleite del ocio, lo superfluo de lo superfluo, o como diría en su juventud ya lejana, una plusvalía social, de la que él es partícipe y activo, pero poco más. (../...)sigue)

miércoles, 6 de octubre de 2004

Un barco más

"Un barco británico cargado con 140 kilogramos de plutonio militar procedente de EEUU ha atracado esta mañana en Cherburgo (en el noroeste de Francia).El plutonio debe ser descargado y transportado hasta la central de reprocesamiento de La Hague, a unos 20 kilómetros del puerto, para ser acondicionado antes de emprender un viaje de más de mil kilómetros, por carretera, hasta la de Cadarache, en el sureste del país.Los militantes de la organización ecologista Greenpeace, que desde hace varios días protagonizan manifestaciones contra la llegada del plutonio, no han llevado a cabo acciones de protesta cerca del barco Pacific Pintail cuando ha fondeado bajo fuertes medidas de seguridad en el puerto normando.Advertencia a GreenpeaceA petición del grupo nuclear francés Areva, un tribunal de Cherburgo resolvió ayer prohibir a Greenpeace acercarse al convoy, so pena de multas de 75.000 euros por cada infracción constatada."No tenemos ninguna intención de tratar de obstaculizar este transporte, pero continuaremos nuestros esfuerzos para cerrar la industria del plutonio", declaró anoche Yannick Rousselet, de Greenpeace Francia. El activista advirtió de que la orden del tribunal "no silenciará la verdad: la industria del plutonio plantea un riesgo global para el medio ambiente y su proliferación debe detenerse".Los 140 kilogramos de plutonio militar estadounidense serán reciclados en Cadarache y transformado en combustible nuclear Mox (mezcla de uranio y plutonio), para su uso en centrales nucleares."

No sólo nos llevan a sus guerras si no que nos enviarn sus basuras.

sábado, 2 de octubre de 2004

Una plaza más
"Nadie observó de dónde salieron los primeros disparos. Pero la gran mayoría de los manifestantes aseguraron que los soldados, sin advertencia ni previo aviso comenzaron a disparar. ...Los disparos surgían por todos lados, lo mismo de lo alto de un edificio de la Unidad Tlatelolco que de la calle donde las fuerzas militares en tanques ligeros y vehículos blindados lanzaban ráfagas de ametralladora casi ininterrumpidamente...”

Fue en 1968, en México, en Tlatelolco.

viernes, 1 de octubre de 2004

El efecto Bach
Un jardín parabólico


El jardinero sabe que la calma, el silencio no es un presagio de nada bueno. Ese momento en el que el viento se calma y el murmullo de las hojas deja de existir, ese minuto en el que las briznas de hierba parecen convertirse en espejo verde, esa exhalación en la que el bosque cercano calla, sin insectos, pájaros ni alimañas, no suele traer nada bueno a continuación. Cuando todo se para algo está por venir. Como la ligera subida de la temperatura, quizás, un grado o dos, que precede a la copiosa nevada, como la calma absoluta del agua antes de la galerna, el silencio es signo de cambio, las más de las veces de tormenta, vendaval, catástrofe. Es un recurso expresivo que usa el cine, la publicidad y también la televisión, una forma de atrapar al espectador antes de que todo comience, de que todo acabe. Pero la televisión no se puede permitir el lujo del silencio, y usa, en cambio, en demasiadas ocasiones, la música de Bach para delimitar espacios y abrir brechas de dramatismos y poesía poco comunes.

(...sigue)