Acerca de Mar Interior
"Llevaba varios meses observando con mucho interés el fenómeno de los blogs sin atreverme a entrar en él. Me faltaba un título o quizás una idea sobre la que basculase la actividad de una bitácora que pretendía ser personal, pero no íntima, en la que se contasen los intereses, tareas y opiniones del autor sin entrar en el tono del diario particular. Admiraba el trabajo de Rox, pero fue un correo de CP a finales de mayo de 2002 anunciando que abría su bitácora en la red lo que me dio el ánimo necesario para lanzarme. Pero seguía faltando el nombre, que consideraba que era la esencia de todo lo que quería hacer.
Finalmente, surgió el término Mar Interior. No estaba registrado en Blogger. Más allá de la imagen inmediata, la idea del mar interior me pareció rica y sugerente. Internet está llena de metáforas marineras. Constantemente hablamos de navegar. Mucha gente llama a esto que en inglés denominan weblogs bitácoras, una palabra que viene del cuaderno que se guardaba en la bitácora de los puentes de mando de los buques, y que era el borrador del más oficial "diario de navegación".
Internet viene a ser lo que fue para las civilizaciones antiguas los mares interiores o las hinterland: un espacio en el que el viaje y la comunicación son posibles, pero con ayuda. De igual forma que un navío fenicio podía comerciar con los bretones hace 2.200 años gracias a la navegación de cabotaje, en la red es imposible acceder a la información sin referencias. Todo se vuelve océano, mar ignota, confusión, en la que los grandes buscadores, el compás de nuestras travesías, a veces no sirven. Viajamos de puerto en puerto, de página en página hasta encontrar lo que buscamos; o no. También el viaje en sí mismo tiene interés, el despreocupado surfeo de tantos internautas. Y yo, como tantos también perdía y ganaba mis horas y mi tiempo en todo lo que la red me ofrecía.
Ya era tiempo de dar algo a cambio, y eso es lo que pretendo, escribir cartas de navegación, con mis intereses y enfados, con mis opiniones e ideas, que sólo espero que sirvan, o que al menos, interesen a aquellos que tienen a bien entrar y surcar un poco este Mar Interior".
Marcial Castañón, editor
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