viernes, 21 de marzo de 2003

Teorías, teoremas y conspiraciones
Cuando las armas hablan, las razones parecen quedar enmudecidas por su estruendo pero aún hay interrogantes que despejar entre el humo de las desinformaciones. ¿Por qué esta guerra? Las teorías que se han escuchado han ido desde lo peregrino ("hay que desarmar a Sadam") a lo cínico ("Los estadounidenses tienen derecho a tener una gasolina barata"), pero una de ellas, relacionada con el euro y la Unión Europea ha llamado la atención de quien esto suscribe. Según esta, tanto Irak, Irán como la propia OPEP estarían tratando de sustituir el dólar por el euro como moneda de pago y de cotización para el petróleo dada la inestabilidad de los Estados Unidos, su elevada deuda externa y déficit público, cosa que la Europa que lideran Francia y Alemania no representan. Así, la asociación anglo-norteamericana no sólo tendría por objeto el control de los precios del crudo, sino la salvación de sus propias monedas frente al rampante euro francoalemán. ¿Y la posición española? La explicación para que el Gobierno español rompiese con una línea diplomática en las relaciones internacionales que abre brechas con Europa, América Latina y el mundo árabe, se debe al compromiso del presidente Aznar a apoyar a Estados Unidos y el Reino Unido a cambio de poder acceder a la información de la CIA y el FBI sobre ETA, con datos que estaría registrándose por medio de la red Echelon, con la intervención de la practica totalidad de las comunicaciones de España, tanto telefónicas como por Internet sobre la banda terrorista. Lo que sí está claro es que la idea del ataque surgió poco después del 11 de septiembre, y se desarrolló durante la campaña de Afganistán con el objetivo de seguir con una política de "construcción de naciones", como hicieron a principios del siglo XX las potencias coloniales, y que comenzó la Administración Clinton con duras críticas por parte de Bush. Pero supongo que la Historia podrá las cosas en su sitio y dará las verdaderas explicaciones.

jueves, 20 de marzo de 2003

El origen de las cosas
Arabia son unos ojos que miran el desierto...

Bromeaba, unos días atrás, Álvaro Ibáñez , diciendo que había encontrado una bitácora que no hablaba de weblogs. Hoy creo que no hay sitio en la red que no hable de la injusta guerra en la que, como siempre, la primera víctima es la verdad. Tendremos pues, que conformarnos con las impresiones, que no informaciones, de los corresponsales de las televisiones, tratando de narrar lo poco visto y oído, encerrados en un hotel en el que suele haber más micrófonos escondidos que periodistas. Es inútil narrar la sensación de vértigo y desamparo que se vive en un país en guerra para alguien que nunca haya estado allí. El que esto suscribe lo sabe, y por tanto, conoce la dificultad de primera mano. Escucharemos conjeturas y veremos cielos verdes bajos los fuegos de los bombardeos. Mientras tanto sólo nos queda la protesta desde este pequeño púlpito o atalaya, según se mire y dejarse mecer por la frenética información convertida en espectáculo en laberíntico zapping por las televisiones del mundo, o refugiarse en el origen de la cosas, y haciendo caso a Vallín , desconectar todo, regresar al cine, y ver en DVD la versión restaurada de Lawrence de Arabia en busca de explicación, mítica en este caso, a todo esto.

miércoles, 19 de marzo de 2003

Futurólogos
En los años setenta que tantas veces queremos recuperar se dio una especie de fiebre en el universo mundo por el futuro, fruto de las incertidumbres de la guerra fría y de la clara conciencia de que la razón no estaba en uno u otro lado del telón de acero. Muchas cosas giraban en torno al devenir, al mítico año 2000 y sus muchas catástrofes, el fenómeno OVNI, las civilizaciones perdidas, la telepatía y los nuevos profetas que nos contasen un futuro más halagüeño que el que nos suponíamos, quizás posnuclear y apocalíptico. Así, proliferaron los reinterpretadores de Nostradamus, los seguidores de San Malaquías, los lectores cabalísticos de la guía de teléfonos o los neolectores del libro de la Revelación; todos dibujaron un futuro que no se cumplió, porque la realidad es tozuda, y el muro de Berlín se vino abajo sin que nadie lo anunciase e Internet se presentó sin conjuros de runas que sirviesen. De ahí, empezó el descrédito de los adivinos, y el olvido gradual de la falsa ciencia, que sólo regresó como material de ficción con el que construir un apasionante episodio de los X-Files. Ahora para saber del futuro basta con leer con atención los periódicos. Tengo ante mí un recorte del diario El País del 29 abril del año pasado, una nota no muy destacada en la sección de internacional, enmarcada, a dos columnas, en la que se aseguraba que la Administración Bush estaba preparando el terreno para entrar en guerra con Irak en un año, aproximadamente, escrita por Javier del Pino que citaba al New York Times . Cuando la leí me pregunté si se habían vuelto locos, que cual iba a ser la disculpa, qué "asunto de qué" se iban a meter de nuevo en guerra. Once meses de diplomacia nos han llevado a este triste punto, en el día de hoy, repleto de incertidumbre. Sólo me gustaría felicitar a quien filtró en abril del año pasado la noticia al NY Times , pero no lo sé, y es una lástima.

lunes, 17 de marzo de 2003

Fusiones
El capital siempre tiene la tendencia a justificarse delante de quienes explota pero insiste en decir que es a esos a quién sirve, y así, lo mismo tratan de convencerte de las intrínsecas bondades de la competencia cuando un mercado se liberaliza, como de los beneficios al "unir sinergias" en una fusión que se acerca peligrosamente al denostado monopolio privado. En ambos casos, los males nunca suelen venir solos para el usuario, cliente o trabajador, al menos, a efectos prácticos. El que esto suscribe sabe de las ventajas de otros sistemas de publicación a parte de Blogger, pero lo cierto es que desde la fusión con Google, las cosas parecen ir a peor. No sólo se duplica la publicidad (¿a alguien más le pasa?), las notas aparecen con caracteres chinos o suben de manera desastrosa (acaba de ocurrirme), sino que es imposible cambiar el código, como desearía, para incluir de nuevo entre los Navegantes a gentes reencontradas como Blip, también Trafalgar Sur o SantaMaradona y también entre las balizas el Weblog de Clarín que lleva Mariano Amartino, nuestro Denken Uber (No imagino nadie mejor), y cambiar algunas cosas del diseño pero por lo visto, está vedado. ¿Quizás temen que les protestemos por la guerra que quieren llevar en nuestro nombre?

sábado, 15 de marzo de 2003

La necesidad de la certeza
Cuando se es joven se necesita creer de manera feroz y radical, con una vehemencia que asusta. Es un mundo de pasiones y odios que lo único que tienen de interesante son su intensidad. En ocasiones tengo la sensación que este patrón se repite con las naciones o acaso, las culturas. Por poner un ejemplo, si un viejo europeo le preguntasen si cree en Dios, se encogería de hombros y sonreiría de medio lado dando a entender que la pregunta no es pertinente; si le preguntasen, por seguir con el ejemplo, si cree en Blancanieves, se encogería de hombros y sonreiría de medio lado dando a entender que apreciaba nuestro sentido del humor. Creo que si le preguntásemos en este momento a George Bush si cree en Blancanieves contestaría sin dudar: “Claro que creo señor, y creo que ella vendrá del bosque con el Príncipe Azul para gobernarnos, y con el tesoro de los siete enanitos para hacernos ricos a todos”. No es el tema el de creer en los cuentos de hadas, si no la necesidad de la creencia, de que el mundo tenga un orden claro, con justicia inmediata, donde las reglas no se salten, con ese rigor y pureza que tienen las cosas en la cruel infancia. Desgraciadamente algunos, como los que se reúnen en Azores mañana, no han salido de ella, para pesar de todos.

lunes, 10 de marzo de 2003

Vulgaridades y emociones auténticas
Pasado el feroz Carnaval, la conspiración de las batas blancas, como un buen amigo ha denominado a la agenda que tengo para el mes de marzo continúa su curso de manera tripartita (esposa, madre, yo mismo) de forma incansable. A esto hay que sumarle una terrible vulgaridad. Damas y caballeros, el que esto suscribe ha contraído una enfermedad común, según una de las doctas batas, "comunitaria", esto es, la gripe, con su panoplia de fiebre, tos, dolor de cabeza y de músculos, en definitiva, una auténtica vulgaridad.

Y vulgaridad es lo de colococarnos un doble banner por parte de los señores de Blogger (¿A que se los quito todos? ¡Será por código!) y que los comentarios estén llenos de cuadraditos, idiogramas chinos, puntos, barras y rarezas varias desde que Goggle entró en Blogger, cuando el se encuentran con una telde o una eñe. Arreglen las cosas señores, no las empeoren.

Y finalmente, gracias Javier Febré , tu amistad me horna.