jueves, 30 de septiembre de 2004

El hombre y la palabra

Esta mañana la televisión se convirtió en un lujo. la admirada Montserrat Domínguez en vez de entrevistar a cualquier político vendiendo sus producto optó por acercase a Eduardo Galeano, con quién estuvo charlando durante media hora. Se habló de política, de latinoamerica y de la manera en la que el mundo está armado. Sobre los poderosos y los débiles, Galeano contó un cuento minúsculo:

"Un cocinero invitó a las aves de su corral a una reunión. Vinieron las gallinas, los pollos, las perdices, los faisanes, las ocas, los pavos, las codornices y un pato. Y el cocinero les preguntó "¿Con que salsa quieren que les cocine?", a lo que el pobre patro respondío: "Yo no quiero que me cocinen". El cocinero, sonrió y le dijo "Esa no es la cuestión. Que le cocine se da por supuesto".

De la escritura, cito a Juan Rulfo, quién le aseguba que con "el lápiz se debe escribir más con la goma de borrar de la punta que con la mina de grafito".

También dejo una frase para paladear toda una mañana y seguir pensando en lo imposible:

"El sistema quiere parecer destino, y no lo es."

miércoles, 29 de septiembre de 2004

Un universo subterráneo

El universo tiene forma de donut, o de toro para ser más exactos. Una enorme rosquilla en (aparente) conste e irrefrenable expansión. Entre Francia y Suiza enterrado a decenas de metros se oculta otro universo en miniatura, uno en que vive y revive constantemente sus primeros minutos, en una pesadilla de partículas que nos enseña quienes somos, de qué estamos hechos. Es el acelerador de particulas más importante del mundo, un cueva donde la racionalidad, la belleza y la ciencia mandan. Cumple 50 años.

Álvaro Ibáñez recuerda este hecho cosa que se agradece.

martes, 28 de septiembre de 2004

Maravilla imprevista


Es raro encontrarse con la belleza. Es materia extraña, etérea y frágil. El bosque, la nueva película de Night Shyamalan lo es. Un extraño cuento de hadas que subyuga desde la primera imagen con esa mezcla de contención y rareza. No hace falta contar nada pues el encanto que emana podría romperse. Sólo se dbe hablar, con voz callada, de la sensación de maravilla que va impregnando cada segundo de película. Y de lo imprescindible que es verla.

lunes, 27 de septiembre de 2004

El testigo superfluo

Escribe Ramón Lobo en El País: "En esta posguerra iraquí, que en realidad en una guerra de baja intensidad, se ha producido un cambio radical respecto a otros conflictos: el reportero extranjero ya no es bienvenido por la parte débil. En Sarajevo, informadores de todo el mundo vivieron los casi cuatro años de cerco junto a la población y sus informaciones fueron el instrumento del Gobierno bosnio para evitar el olvido. Pero ahora, en el triángulo suní, la insurgencia ya no necesita del intermediario: puede colocar su mensaje a través de Internet y de los canales árabes de televisión por satélite para llegar un público sin interferencias en el mensaje. El mensajero ha dejado de ser imprescindible; hoy, es un objetivo de guerra."

Vía Arcadi Espada

viernes, 24 de septiembre de 2004

Opiniones vertidas
Un jardín parabólico


El jardinero, imbuido en el silencio y la soledad de su tarea, cree, en ocasiones, que nadie aprecia su labor, y que sus actos no tienen correspondencia o correlación con el mundo que le rodea. Piensa, sin falsa vanidad, que lo que hace está bien o mal, independientemente de lo que se diga a su alrededor porque, fundamentalmente, no se dice nada. Es lo que los llamados politólogos, o los también conocidos como canaperos han dado en llamar el síndrome de La Moncloa: el momento en el que un presidente de Gobierno se encuentra tan alejado de la realidad o le resulta tan extraña u ofensiva que opta por no salir de palacio para no contrariarse o contaminarse. (... sigue)

jueves, 23 de septiembre de 2004

Elogio de la ignorancia


En la región del mundo en la que vive el editor de esta bitácora existe una peculiar manera de hablar, influenciada por una lengua que hace doce siglos, existió. La lengua la llaman asturiano o bable, aunque en los manuales de lingüística aparece como leonés. En palabras de Antonio Ruiz Vega el bable o “asturleonés fue una de las lenguas romances que sucedieron al latín. Su expansión al comienzo de la reconquista auguraba, ligada como estaba a la empresa imperial del reino de León, un gran futuro. Pero la rotundidad sonora del castellano, tan tributaria del vascuence, venció a este dialecto como acabó también con otros y a punto estuvo de laminar al resto. El bable, que se habló en todo el reino de León, en las extremaduras leonesas y que llegó con sus modismos hasta la lejana Huelva , es hoy una reliquia histórica circunscrita a algunas comarcas del Principado”.

El actual gobierno del Principado, en el cual está Izquierda Unida quiera hacerlo lengua oficial. Lo cierto es que nadie lo habla. Quizás muchos no hablemos bien español, pero no es el caso. El asunto es que se quiere imponer, que no recuperar, y está en los planes de enseñanza, pero con poco éxito. Su implantación vino acompañada de una importante campaña de propaganda en radio y televisión., pero los alumnos de secundaria más inteligentes lo obvian y prefieren estudiar como segunda lengua extranjera inglés o francés, o alemán. Es una maría una asignatura en la que se aprueba sin hacer nada y a la que nadie tiene en consideración.

Hace poco una de estas profesoras de lengua asturiana defendía la importancia de su asignatura con estas palabras: “dicen que no sirve para nada estudiarla. Yo estudie francés y tampoco me valió para nada”.

Mirando las páginas de la consejería de Educación se descubre que hay profesores de lengua asturiana dando clase cuya puntuación como funcionarios es cero. Para dar clase de Biología, la lista anda por los 55 puntos y así el resto de las asignaturas. El máximo ronda setenta.

Con profesores de asturiana con ese pensamiento y cero puntos estamos metiendo en la escuela a la ignorancia una que no va a acabar nunca, la de la aldea, la de la tribu, la del pensamiento reduccionista. Y preocupa.

miércoles, 22 de septiembre de 2004

Una vida ajena
El bueno de Denker Uber advierte sobre los peligros de algunas palabras, que, sin saber cómo, cobran vida propia:

"Pero un día Google descubre ese post y empieza a llegar gente que comenta sin leer muy bien el post o sin siquiera fijarse donde comentan. Y de golpe empiezan los pedidos extraños "hey mandeneme el nombre de mi hija escrito en chino" o "hoy no funciona el MSN Messenger, arreglenlo" o el más bizarro "hola como están, vendo mi riñon". Esos posts son... "(>sigue)


martes, 21 de septiembre de 2004

Un bulo viejo

En la última visita que nos hizo Paco Ignacio Taibo II nos contaba a algunos amigos nuestros y nosostros mismos, con escándalo y asco las relaciones del ex-presidente del Gobierno, Felipe González con el empresario mexicano Carlos Slim. Aseguraba, además, con pleno convencimiento, que el hijo de González iba a casarse con una hija del dueño de Inbursa. Por casualidades de la vida me encuentro que no es cierto, que es un bulo, ya viejo, que corrió por el año 2001, y que es imposible, puesto que las hijas de Slim están todas casadas, tal y como demuestra El Mundo (m).

En ocasiones nos gustaría que la realidad, para lo malo y para lo bueno, se ajustase más a nuestros deseos.

lunes, 20 de septiembre de 2004

La infamia descubierta (y necesarias disculpas)

El editor de esta bitácora cree que debe pedir perdón a Arcadi Espada por haber desconfiado de su criterio y su rigor sobre el infame anuncio del diario El País que usaba imagénes del 11 de septiembre para hacer proselitismo de su periódico. La precipitación es siempre mala consejera.

Por otra parte, el que esto escribe se encontró en el correo de Mar Interior una nota de disculpa de El País, que fechada el día 17 que dice lo siguiente:

"EL PAÍS pide perdón por la utilización de las imágenes del atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, ocurrido el 11 de septiembre de 2001, para una campaña de captación de suscriptores a ELPAIS.es. Esta lamentable campaña, realizada a través de mensajes por correo electrónico, se apoyaba en dos fotografías de Nueva York, una con las Torres Gemelas y otra sin ellas, bajo el título 'Un día da para mucho. Imagínese lo que puede suceder en tres meses'. La promoción comenzó el pasado lunes, 13 de septiembre, y fue remitida a más de 50.000 destinatarios antes de su cancelación, el miércoles día 15.

EL PAÍS, su empresa editora y el Grupo Prisa lamentan profundamente que se haya utilizado como soporte publicitario una tragedia, que en este caso costó la vida a más de 2.700 personas. Pedimos perdón por ello a las víctimas y a sus familiares, a los ciudadanos de Nueva York que vivieron más directamente aquella agresión, a cuantos han visto invadido su correo electrónico por tan ominoso mensaje, y a los lectores todos del diario.

Cualquier explicación es insuficiente ante la cadena de errores que ha llevado al lanzamiento de esta campaña, que algunos de nuestros lectores han calificado con justicia de repugnante. Compartimos el rechazo que han expresado en numerosos mensajes y cartas al director y lamentamos lo sucedido.

El grupo PRISA ha abierto una investigación interna para aclarar cómo se decidió poner en circulación esta campaña promocional y adoptar las medidas adecuadas. De manera inmediata ha pedido a la empresa encargada del buzoneo electrónico que se dirija a todos los destinatarios de la campaña para pedir disculpas.

EL PAÍS quiere expresar una vez más, como lo ha hecho en sus 28 años de vida y a lo largo de sus casi 10.000 números, su solidaridad sin fisuras con las víctimas del terrorismo. Tal como decía el artículo editorial de EL PAÍS del 12 de septiembre de 2001 y ratificamos hoy en todos sus términos, aquellos atentados alcanzaron a todos los ciudadanos biennacidos, sin distinción de fronteras ni continentes, y constituyeron un ataque “contra quienes compartimos los mismos principios democráticos que en nuestro país tanto costó conseguir”.

Los bárbaros atentados que luego se han sucedido en todo el mundo, entre otros lugares en Madrid, no han hecho sino confirmar la necesidad de una actitud firme y democrática ante el terrorismo, de la que debe quedar excluida toda utilización irresponsable de este tipo de acontecimientos.

El País, 17 de septiembre de 2004

viernes, 17 de septiembre de 2004

Estrategas y estratagemas
Un jardín parabólico



La botánica da al naturalista muchos motivos de reflexión sobre el espíritu humano, al descubrir las estrategias que plantas y animales adoptan para sobrevivir. El paseo por el jardín muestra a las claras muchas de ellas en su diversidad, tanto para la obtención de energía y alimento, como para la eliminación, por acción directa o indirecta del adversario. Todo se organiza en virtud del todo, todo se ordena en relación con el conjunto, con el único objetivo de tener un mejor lugar bajo el sol o encontrar una tierra más rica, más fértil o mejor para nuestras necesidades.

Tanto en el jardín, en la revolución o en la televisión es la dinámica del sistema la que determina el éxito y el fracaso individual, y por tanto, colectivo, que a cada cadena compromete. Antes de que el sol salga, antes de que toda la audiencia se coloque delante la pantalla más eléctrica las grandes cadenas no sólo han presentado novedades sino que han propuesto estratagemas para consolidar posiciones y colocados a estrategas para obtener el mejor de los rendimientos.

Los nuevos generales no son los programadores, sujetos a un segundo plano de intendencia y logística, si no las grandes estrellas, los llamados nombres propios que, en ocasiones, arrastran a las masas o que saben ganarse su confianza ¿Deberemos citar de nuevo al presidente Mao? (Sigue)

jueves, 16 de septiembre de 2004

Puro Hielo


La noticia de la aparición de un nuevo disco de Björk me llena de curiosidad y busco información. Encuentro una crítica de Diego Manrique, en el Rolling Stone que deja las cosas claras. El nuevo disco, de nombre Medulla tiene una "cierta belleza fugaz en otras piezas, pero no se aguanta", algo que sospechaba. Sin embargo, el single, Oceanía es como elevarse por el aire rodeado de medusas, y me dejo llevar.

miércoles, 15 de septiembre de 2004

Publicidad maliciosa


Publica en sus diarios Arcadi Espada un supuesto anuncio del diario El País que no reproduzco totalmente pero que enlazo por si alguien quiere verlo al completo. Se trata de una publicidad que usa los atentados de las Torres Gemelas como reclamo y ejemplo de los mucho que puede cambiar el mundo en un día. Parece que se lo enviaron por mail. Parece que es un montaje, asi se dice, al menos en ecuaderno.

El asunto es éste: ¿Alguien se ha molestado en comprobar si la publicidad era verdadera? Si es verdadera, es infame. Si es un montaje, como parece, la infamia es doble. Es una falta de rigor por quien lo publica, y puede ser que la urgencia lleva a cometer errores. Si es verdadero es una infamia inconmensurable.

No es la primera vez que Arcadi Espada se deja llevar por las primeras impresiones. Ahí está el linchamiento que hizo al fotógrafo Javier Bauluz por una foto que levantó una enorme polémica. Con ello se demostró la impaciencia y un cierto regusto por el sensacionalismo del que es, sin duda, un gran periodista, menos cuando se equivoca, claro. Javier, ésta última te la debía.

lunes, 13 de septiembre de 2004

Uno que marque el paso

Esto, encontrado en los diarios de Arcadi Espada, nos recuerda que la tragedia tiene rostro.

Estaba en el New York Times, y las palabras sobran.

Y Arcadi Espada acaba de entrar en el listado de Navegantes de este Mar Interior.


viernes, 10 de septiembre de 2004

Efemérides


Encontrada, un año después en El periodismo es un cuento:

"Javier Febré, siempre preciso, siempre memorioso, nos recuerda que un día antes del 9/11 muchos de los que visitan esta bitácora habíamos perdido algo. Cada quien sus Torres y sus caídas. Abrazo".

A lo que me sumo.

jueves, 9 de septiembre de 2004

Nuestras pequeñas batallas
En los días en los que dirigía El Foco en España, decidimos Carlos Puig y quién esto escribe que sería bueno, dado el carácter de nuestro sitio de Internet, que patrocinásemos la Semana Negra, en Gijón, España. Existían vínculos de los dos, de vieja amistad, con su director, el escritor nacido en Gijón y criado en México Paco Ignacio Taibo II: ambos habíamos trabajado con él, ambos le queríamos de una manera que es difícil de explicar y ambos sentíamos, que de alguna forma, que teníamos una cuenta pendiente con él. Juntos llegamos a convencer a la gente del departamento comercial para que el patrocinio se llevase a cabo. En la SN recibieron bien nuestro dinero, pero no a nosotros, y como siempre, la mitad de la organización controlada por cierto personaje se dedicó a lanzar calumnias y a denostar nuestro trabajo, antes incluso de que el festival comenzase. No nos extrañó nada. Ya conocíamos de lo que era capaz, poniendo en peligro incluso el patrocinio con tal de joder, pero eso es otra historia

En El Foco pedimos a Taibo II que nos escribiese un texto sobre lo que le apeteciese, pero que no fuera un texto de ficción. Nos envió el que a continuación sigue, que he presentado en dos post. Acabo de encontrarlo mientras limpiaba el disco duro del ordenador. Fue publicado por El Foco el 25 de julio de 2001. Aunque no comparto todas las ideas que Paco expresa, si me agrada la forma en la que las dice. Lo publico hoy en Mar Interior a efectos de inventario, ya que la red lo ha condenado, como al Foco, a un limbo electrónico (la vieja dirección era http://www.elfoco.com/El_Foco/Story_Page/0,2388,4_-979_16693,00.html)que lo haría imposible de encontrar. El texto se llama Nuestras pequeñas batallas ( y la retórica del enemigo) y sigue a continuación.

Nuestras pequeñas batallas ( y la retórica del enemigo)
Paco Ignacio Taibo II
Por Paco Ignacio Taibo II

Nuestras pequeñas batallas (1)
Sólo hay una novela de amor hoy posible, aquella en la que los personajes se cortan las venas por razones románticas. Cuanto más light se vuelven nuestros tiempos, más necesidad tiene la literatura de reivindicar el retorno de las pasiones.

La retórica del enemigo (1)
El personaje declara que la novela ha muerto, que el flujo de neuronas electrónicas que recorre nuestra sociedad actúa como el fluido de la silla eléctrica para un género que renació esplendoroso con el siglo XIX, hijo de una burguesía en ascenso que necesitaba de la fabulización del mundo. Las clases sociales han desaparecido, la licuadora del fin del milenio las ha disuelto, ergo... El personaje concentra sus argumentos para una tesis universitaria de posgrado. Luego viaja en el metro y lee oculto y misterioso a Barbara Cartland, buscando en ella la simplicidad absoluta de la ficción convertida en mentira por la acumulación de los lugares comunes. Es sin saberlo, un personaje siniestramente coherente.

Nuestras pequeñas batallas (2)
Me contaron una vez, que en algún momento del siglo XIX, los aristócratas británicos que regían los destinos de Hong Kong, decidieron iniciar una violenta campaña higiénica para erradicar el extendido hábito de la población china de escupir en las calles. Se establecieron multas, penas de cárcel y castigos corporales que llegaban hasta los cinco bastonazos en la espalda.

Esos mismos aristócratas solían bañarse una vez al mes, y frecuentemente de medio cuerpo para arriba y nada más. La anécdota tiene al menos dos lecturas: 1) Es función de la literatura contar y recontar estas historias. 2) Es función de la literatura seguir escupiendo en las calles.

Los escritores, guionistas y dibujantes somos chinos de Hong Kong.

La retórica del enemigo (2)
El padre prohíbe a su hijo que lea cómics porque piensa que la cultura es algo muy serio que tiene que ver con la educación y el ascenso social y no con las pérdidas de tiempo. El Estado a través del sistema educativo obliga al adolescente a leer en dos días La Iliada y a presentar un resumen. El adolescente tras esta y otras muchas experiencias decidirá que odia a los griegos y a los libros, elegirá las aprtidas de flipper para quemar su odio.

El crítico literario se muestra ingenioso y elabora un texto incomprensible, para iniciados que nunca habrán de leerlo, no queda muy claro si espera que sus lectores lean el libro que recomendó, no queda muy claro si cree que los lectores existan. El editor de ese país donde las nubes transportan en la mañana el calor de los ríos, decide que son mejores 2.000 lectores cautivos de 12 dólares que 4.000 de seis, es más fácil distribuir y cobrar, hay menos riesgo.

El padre anticómic, el profesor iliadero, el crítico oscurantista, el editor calculador bailan en las noches tomados de la mano en torno a la hoguera donde los libros arden, es su aquelarre.

Nuestras pequeñas batallas (3)
En la oficina, la vieja secretaria ha falsificado un certificado médico para poder ir al baño dos veces diarias, se esconde a leer novelas de hadas, princesas, dragones. Huye de un jefe que además de ser imbécil la persigue y castiga. La mujer se esconde y viaja por bosques encantados. Los viejos críticos literarios stalinistas hablaban de literatura de evasión. Se equivocaban y se equivocan. No hay viajes de ida, todos los viajes son de ida y vuelta. No hay literatura de evasión, ni siquiera hay evasión a través de la literatura; hay viaje a mundos alternos, diferentes, a veces más seguros. Algún día la mujer saldrá del retrete y fumigará al jefe de su oficina como dragón escupefuegos. La literatura, hasta la peor, es material de liberación, no de evasión.

La retórica del enemigo (3)
Ese colega me parece sospechoso, prefiere un viaje aéreo en primera a un lector.

Le gusta más un contrato con el 12% que un lector.

Prefiere al crítico sobre el lector.

Le gusta más el profesor universitario que el lector.

Valora más el homenaje que al lector.

En el fondo no hay más que un lector que le interese: él mismo, y si por eso le mandan un ramo de rosas, qué mejor.

Nuestras pequeñas batallas (4)
Discutiendo con mi amigo el alcalde de Gijón, llegamos a las siguientes conclusiones: en Europa la idea de revolución está muerta, la política ya no produce utopías, sólo hay un territorio donde estas cosas pueden ponerse a debate, las geografías de la cultura, y un lugar en particular, la isla encantada de la novela. Luego me preguntó qué había leído muy bueno últimamente.

La retórica del enemigo (4)
Conozco a un crítico cinematográfico al que la última película que le gustó era La diligencia de John Ford.

Conozco a un especialista en antologías que confesaba que había novelas mías que no había leído y que no le habían gustado.

Conozco a un crítico literario que masacra las novelas que le gustan a su esposa.

Conozco a un novelista que dice que no lee literatura, tan solo ensayos, que la literatura no le interesa mayormente. Se porta muy amable conmigo, reconoce que a un hijo suyo, al que echó de casa le gustan mucho mis novelas.

También conozco a un policía que una vez me pegó con un tubo de acero y me rompió la ceja; al dueño de una taquería que vendía carne podrida y a un político mexicano que se robó tres camiones con víveres de la Cruz Roja que iban destinados a los afectados por una inundación.

Creo que voy a ponerlos juntos en las páginas de un cuento y hacer que el autobús en el que viajan se vaya por un barranco.

En sociedades como la mía, la literatura posibilita la venganza.

Nuestras pequeñas batallas (5)
Los géneros sirven para colocar libros en los estantes de las librerías; aunque también puede uno colocarlos por tamaños, y no hay duda que se ven más bonitos por colecciones.

Pero últimamente, cuando pienso en novelas, no necesariamente pienso en libros; también encuentro el equivalente en sabor de la novela en cosas como las nuevas versiones de películas en corte de autor, que rompen las dos horas y se extienden: El Lawrence de Arabia de David Lean, el Espartaco de Kubrick; o comics como V de Vendetta de Moore y Lloyd o las fábulas venecianas de Hugo Pratt.

Novela es esa cosa, repleta de personajes, tramas y atmósferas, que corre con gran aliento. Lo demás es formato.

La retórica del enemigo (5)
Un viejo novio de mi hija, ya deshechado, le dijo que él necesitaba leer para poder dormir, que por eso leía en las noches; mi hija le contestó que ella leía en las noches para tener sueños inteligentes.

Nuestras pequeñas batallas (y 6)
Hablé en un congreso de socialistas norteamericanos. Les propuse recobrar ideología perdida a partir de la literatura. La nueva izquierda debería dotarse de material ideológico originado en la literatura. Sugerí algunas posibilidades: El derecho a la sagrada venganza de Edmundo Dantés, el Conde de Montecristo; la ética de Robin Hood, sobre todo en lo concerniente a robar a los ricos para dar a los pobres; el antiimperialismo de Sandokan, el Tigre de la Malasia; la capacidad de resistencia antiburocrática de los personajes de Kafka, el sentido de la solidaridad de los cuatro mosqueteros dumasianos, y así.

Me miraron con algo parecido al desconcierto, pero se veían contentos.


Intentos frustrados
El que esto subscribe lleva ya varios días tratando de poner al día esta bitácora, pero los intentos son más que frustrantes. Con la inclusión de esta nota se espera, al menos, que algo cambie para que todo siga igual.