martes, 9 de julio de 2002

Palabra de escritor
Paco Ignacio Taibo I, a la derecha, junto a Fritz Glockner en una charla de la Semana negra 2002.

A Paco Ignacio Taibo I le pesan ya los años. Camina con torpeza y ve con dificultad, pero nada le impide querer y estar en todos los lugares que le sea posible, de la mano de Mari Carmen, su mujer. Una vida de periodista y escritor le avala. "El ejercicio del oficio es poner en marcha los curiosos amores que la vida te va mostrando", contaba Taibo I con alegría, a un tiempo que advertía que "llevar el oficio de escritor como quien lleva una pancarta, es una impertinencia. Yo soy quién soy, y perdón por citar a tan alta instancia". Después de unos años ejerciendo el periodismo en Gijón, decide marcar a México en el 58, siguiendo una estela de exilios familiares y allí se queda. "Un exiliado es un hombre que no deja de correr: Y dejé de correr porque no podía ser más tiempo ajeno a mí mismo". Y concluye: "Ya soy un hombre. Un hombre bueno".

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