lunes, 29 de julio de 2002

Justicia tardía
Un personaje de los años del pelotazo en España ha encontrado su destino, tantas veces postergado: la cárcel. Mario Conde, el que fuera presidente de Banesto, enriquecido en la industria farmacéutica, doctor Honoris Causa por la universidad en la que mandaba Gustavo Villapalos, líder de un CDS cariacontecido, ente mediático, manipulador de fortunas, vidas, almas y haciendas ha ingresado, por fin, y de forma definitiva en prisión. Se cierra un episodio en el que, tras diez años de dilaciones, el Supremo ha decidido que la primera sentencia era benévola y que mejor cosa que doblarla. En la prisión no le faltará de nada durante los próximos veinte años, salvo la libertad que el dinero que robó no le pudo comprar.

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