Orígenes míticos
La ciencia, el territorio de las verdades contrastables (y no de las certezas) se ha usado durante todo el siglo XX como coartada para avalar tesis despreciables, apuntalar superioridades étnicas, nacionalismos, guerras, esterilizaciones, genocidios, así como antes fue ilustración y luz frente a la superchería y el oscurantismo. Ahora nos encontramos con que en Georgia han hallado el cráneo humano más arcaico descubierto fuera de África. Sin restarle validez a los sólidos argumentos de los científicos que trabajaron sobre el terreno, cuyas conclusiones están avaladas por Science, la búsqueda apresurada del origen del hombre fuera del continente africano tiene un matiz conveniente para aquellos que quieren enturbiar la realidad de unos primeros humanos, de los que todos descendemos, y que serían africanos y, presumiblemente, negros. El hecho de que esta última excavación esté patrocinada por National Geographic, una organización criticada desde la comunidad científica por su carácter sensacionalista, no ayuda mucho a despejar sospechas dudas, que nunca podrán negar la realidad de que somos, en más de un 99%, todos iguales.
sábado, 6 de julio de 2002
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