miércoles, 29 de septiembre de 2004

Un universo subterráneo

El universo tiene forma de donut, o de toro para ser más exactos. Una enorme rosquilla en (aparente) conste e irrefrenable expansión. Entre Francia y Suiza enterrado a decenas de metros se oculta otro universo en miniatura, uno en que vive y revive constantemente sus primeros minutos, en una pesadilla de partículas que nos enseña quienes somos, de qué estamos hechos. Es el acelerador de particulas más importante del mundo, un cueva donde la racionalidad, la belleza y la ciencia mandan. Cumple 50 años.

Álvaro Ibáñez recuerda este hecho cosa que se agradece.

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