viernes, 24 de septiembre de 2004

Opiniones vertidas
Un jardín parabólico


El jardinero, imbuido en el silencio y la soledad de su tarea, cree, en ocasiones, que nadie aprecia su labor, y que sus actos no tienen correspondencia o correlación con el mundo que le rodea. Piensa, sin falsa vanidad, que lo que hace está bien o mal, independientemente de lo que se diga a su alrededor porque, fundamentalmente, no se dice nada. Es lo que los llamados politólogos, o los también conocidos como canaperos han dado en llamar el síndrome de La Moncloa: el momento en el que un presidente de Gobierno se encuentra tan alejado de la realidad o le resulta tan extraña u ofensiva que opta por no salir de palacio para no contrariarse o contaminarse. (... sigue)

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