miércoles, 17 de noviembre de 2004

La anomalía

Un jardín parabólico
La anomalía acaba por ser que este acto, que esta atrocidad seca y fría, haya sido registrado por una cámara de televisión de un periodista encalomado, usando el verbo propuesto por Pérez Reverte, y que la constancia de este hecho haya llegado a las televisiones de medio planeta en la que la reciben con horror, como si cosas como esas nunca fuesen imaginadas, en la que actos tan despiadados no hubiesen sido tan siquiera supuestos, llenando las tertulias matutinas y noctámbulas de aseveraciones en las que se afirma que suponemos que existen otros "desastres de la guerra" que estamos dispuestos a admitir, pero no el crimen emitido, más o menos entrecortado, ya de origen, en estos pasados días.
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