Disconformidades, incoherencia y deseos
"Estaba de un tiempo a esta parte incómodo con Mar Interior. La idea inicial con la que fue concebido, la de ser una “carta de navegación”, un testigo de mi paso por la red con los comentarios e impresiones que ese recorrido había hecho en mí, no satisfacía los deseos diarios y se iba tornando más en obligación que en placer, y de ahí al desánimo y a la indolencia y a la más clara de las vagancias restaba un paso. Lo cierto es que las intenciones de un principio fueron, poco a poco, moderadas por el tiempo, la novedad y la necesidad. Y así, se me hacía menos preciso pasar muchas horas navegando por la red y más necesario compartir el mundo real, y dejar de lado el obligatorio deber del Mar Interior, al que ya sabía el tiempo, en minutos u horas, que iba a tener dedicarle cada vez que me proponía subir una nota digna. Cuando el que se compromete es uno mismo, pero el fruto de ello se muestra a los demás, es mejor no llevarlo a cabo a hacerlo mal, desganado o desabrido. La idea del respeto hacía quienes pudiesen leer estas líneas se imponía: antes el silencio que la necedad. Después, graves circunstancias personales, conocidas por muchos, obligaron a dedicar tiempo y esfuerzo a otros avatares, pero eso no exculpa un cierto abandono de unos meses a esta parte si no, más bien al contrario: el hecho de no hacerlo cuando la vida se complicaba demostraba que el Mar Interior era más carga que alivio.
Por otro lado, la red se iba haciendo a mis ojos cada día más aburrida o peor, banal, y de los pocos consuelos que se hallaban se desarrollaban fuera los comunes portales, y sí se centraban cada día más en las páginas personales, de algunos a los que llamo amigos y a otros compañeros. Así pues, vivía la incoherencia de querer continuar con Mar Interior pero sin mantener las reglas que me había impuesto, de vivir más y de contarlo, sin tiempo, de seguir en la red pero sin tener que soportar el aburrimiento que muchas veces me traía.
Finalmente creo haber llegado a un compromiso conmigo mismo que me satisface: escribir todos los días que pueda, comentar lo visto y oído, no preocuparme por las fotos, por los links (¿por qué no utilizar el término amarra?) y usar la primera persona con más naturalidad que modestia; al fin y al cabo, la razón de Mar Interior, que como diría Saramago, es un diario y como tal “una novela de un solo personaje”, es contar, en primer término, de forma pública a quienes me conocen y están lejos, en qué empleo mi tiempo y si lo empleo bien. De nuevo, Saramago en su ‘bitácora impresa’ que son los Cuadernos de Lanzarote asegura que nadie escribe “un diario para decir quién es”. Tampoco pienso mantener un blog para explicar eso, si no, tan sólo para entretenerme y de paso, si puedo, entretenerles a ustedes.
Creyente de las formas y las ceremonias, estoy en tránsito y en transformación, como ya anuncie, para que las intenciones aquí declaradas tomen forma visual, que no física, y los nuevos compromisos se mantengan. Quedo a su disposición."
Como muy tarde, el próximo martes volveré con ustedes.
jueves, 27 de febrero de 2003
martes, 25 de febrero de 2003
En dique para mantenimiento
Comenzamos con los cambios. Luego, las explicaciones.
Control de enlaces, etiquetas y funcionamiento.OK
Supresión de enlaces.
Añadir navegantes: "Trafalgar Sur", "Por la boca muere el pez", "Santa Maradona". Reencontrado Blip
¿Eliminar Ciprés en el patio, Korochi, Jazzido, Tintachina? Nota: Lucas cae bien, pero cada vez lo entiendo menos. Lo mismo Ciprés.
Revisar nuevos aspirantes.
(Dejen sugerencias en "Anotaciones")
Cambio color(es) fondo.
Nueva cabecera.
Organización minibanners de estribor: Añadir "No a la guerra" junto a "Nunca mais".
Incluir amarres a MSF y a Greenpeace
Quitar publicidad (¿alguien sabe cómo?)
Rotación fotográfica en principal.
Purga del Template.
Sugerencias y consejos, aquí debajo por favor.
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Condenar la máquinaEn el lenguaje de la mar se habla de condenar la máquina cuando el motor más a que ayudar al barco en la situación en la que se encuentra puede empeorarla. Y entonces el capitán decide "condenar la máquina" esto es, inutilizar los motores, como pasó en el Prestige. Su puesta en marcha puede hacer aumentar las vibración sobre toda la estructura, debilitarla y finalmente, llevarla a que se parta y, con esto, al naufragio. Es una medida extrema. Se lleva a cabo en momentos en los que no se está seguro que con sólo apagar los motores sea suficiente, porque quizás alguien quiera, pueda u ordene ponerlos en marcha sin atender a las consecuencias, y para evitarlo se "condena", se hace un auto-sabotage. Tal parece con la parada de Vodafone en España, la que quizás acabe por hacer Terra y con la reciente de Blogger/Google , que deshizo buena parte del trabajo de los últimos días, llevando a algunas bitácoras a un pasado relativista, mientras su máquina seguía condenada. Es un buen momento para reflexionar sobre algunas cosas de este Mar Interior, de sus pretensiones y objetivos, de lo que es y de lo que quiere ser, de a dónde se encamina y para qué sirve, de si la máquina debe ser condenada o no. Hay aún mucho que contar.
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jueves, 20 de febrero de 2003
Pregunta/propuesta Todos nos bajamos música de la red, aca los primeros. Más allá de consideraciones sobre los derechos de autor y las ruedas de molino con las que nos quieren hacer comulgar las discográficas, parece que es un medio de difusión de la cultura que está todavía por explotar. Mar Interior usa WinMX cosa que no sabe si es oportuna o la mejor, pero es el que tiene. ¿Deberíamos seguir con él o existen alternativas de más calidad? Ahora ha caído en sus manos un programa que transforma los contenidos de un CD en MP3 y desde estas costas nos preguntamos: ¿qué les apetece que pasemos a ese formato (por supuesto a más de 192) y pongamos a disposición de todos ustedes? Todas las peticiones serán atendidas, si fuera posible, aunque la discoteca de aquí en más bien clásica, como supondrán, aunque heterodoxa.
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miércoles, 19 de febrero de 2003
Lema
De lo obvio hablar es superfluo. El "No a la Guerra" es claro y suscrito por estas costas. Según unos y otros parece innegable que al menos cinco millones de españoles salieron a la calle a protestar contra esta guerra a la que el Gobierno de Aznar quiere llevarnos a hacer a lomos del caballo americano. No sólo es inmoral, sino ilegítimo. En la manifestación a la que asistí había más de 100.000 personas: esto es, que uno de cada diez asturianos se fue a protestar, y se dice pronto. De todas las pancartas que salieron el 15 de febrero a la calle pidiendo paz, una observada en las calles de Nueva York fue la que más llamó la atención a este editor y por eso se menciona hoy aquí. Llevaba escrito en inglés (traduzco): "Frodo ha fracasado. Bush tiene el anillo".
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Pasiones de periódicoSe dice que no entra en los cánones de la cortesía de las bitácoras, y que muchos empezarán a pensar que a este editor le mueve más el afecto que la objetividad pero el ensayo del Cinexín sobre las películas de periodistas es magnífico. Y se lo debemos al gran Vallín, de los Vallín y Pérez de Colunga detodalavida; y eso a pesar de la crisis.
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lunes, 10 de febrero de 2003
Cumpleaños
Para Erika, para Susana, para mí. Para Elena mañana
Que tengas un buen día,
que la suerte te busque
en tu casa pequeña y ordenada,
que la vida te trate dignamente.
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Life Vest Under Your Seat
Señores pasajeros buenas tardes
y Nueva York al fondo todavía,
delicadas las torres de Manhattan
con la luz sumergida de una muchacha triste,
buenas tardes señores pasajeros,
mantendremos en vuelo doce mil pies de altura,
altos como su cuerpo en el pasillo
de la Universidad, una pregunta,
podría repetirme el título del libro,
cumpliendo normas internacionales,
las cuatro ventanillas de emergencia,
pero habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi vivir sin vínculo y sin límites,
modos de ver la noche y estar en los cristales
del alba, regresando,
y muchas otras noches regresando
bajo edificios de temblor acuático,
a una velocidad de novecientos
kilómetros, te dije
que nunca resistí las despedidas,
al aeropuerto no,
prefiero tu recuerdo por mi casa,
apoyado en el piano del Bar Andalucía,
bajo el cielo violeta
de los amaneceres de Manhattan,
igual que dos desnudos en penumbra
con Nueva York al fondo, todavía
al aeropuerto no,
rogamos hagan uso
del cinturón, no fumen
hasta que despeguemos,
cuiden que estén derechos los respaldos,
me tienes que llamar, de sus asientos.
Luis García Montero
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