martes, 18 de noviembre de 2003

Tiempo de Marte
Un jardín parabólico

No resulta difícil imaginar un jardín en Marte. Bajo un atmósfera tenue y rala, un cielo de luz de mercurio, uno se imagina en el futuro a un torpe astronauta con un pequeño rastrillo tratando de ordenar la naturaleza helada y roja, arando la arena fría, de tintes oxidados, y colocando, en equilibrio zen, alguna roca limada por las tempestades e ubicando, quizás, una roca meteórica, más oscura, en un conjunto sin duda yermo, y que es igual al que lo rodea, pero distinto, al estar cambiado por la voluntad y la búsqueda de la belleza. Marte es un lugar desapacible, pero seguro hermoso... (sigue)

No hay comentarios: