martes, 24 de diciembre de 2002

Alcanzar los cielos
Feliz Navidad...

El hombre tocó los cielos cuando el Sputnik comenzó a dar vueltas alrededor de la Tierra. Aquello nos hizo sentirnos pequeños, observados y frágiles, asomados con una pequeña radio a la inmensidad del océano cósmico. El Sputnik siempre me ha parecido la perfecta estrella de Belén, la marca indeleble de la voluntad rompiendo la noche, el cometa perfecto creado con nuestras propias manos. El pequeño satélite, que Korolev construyó y regaló al mundo, giró y giró unos cuantos meses, con sus antenas como cola, transmitiendo un pequeño pitido desde las estrellas, dando la vuelta a la Tierra cada poco más que hora y media, e hizo que las navidades del año 1957 tuviesen un sobrecogimiento y una sensación diferente que acabaría pocos días después de Año Nuevo al querer volver a casa, un cuatro de enero, quemándose en el intento. Él nos demostró que se pueden conquistar los cielos, como tantas otras cosas. Feliz Navidad, Feliz Año a todos.

Aquí les dejo el sonido del Sputnik cuando todavía rodeaba la Tierra.

Pero la ciencia no es perfecta. He descubierto, ayer lo comentaba por teléfono con Bear y Cantorpistola, que dos de mis proveedores de correo electrónico han bloqueado mis cuentas y que desde el 17 de septiembre hasta el 12 de diciembre de este año hay un gran vacío, que incluye las direcciones de muchos a los que quiero y con quienes me gustaría contactar; sepan que acá estoy y que les espero. Pónganme un correo con su dirección postal y sus números de teléfono actuales. Tan sólo tienen que pulsar el botón de contacto y ya está.

jueves, 12 de diciembre de 2002

Mejor que una weblog
La mirada del observador ...

Usando un tono que no es propio de este marino, diré, que sí existe un lugar mejor que una bitácora para contar pasiones y arrebatos, desprecios y encantos, luces y sombras y que éste, que le gustaría dárselas de más pillo que el capitán del Prestige lo ha encontrado en el marasmo cada día más empobrecido que es Internet. Sabedor, el marino que esto suscribe, de la necesidad de detectar desde su puente de mando las verdades más absolutas afirmará sin temor que lo mejor que conoce en la Red a fecha de hoy no es una bitácora personal, pero casi. Se trata de los artículos que cada semana un tal Vallín, que así quiere ser llamado, escribe hablando de la vida y del cine, o al revés, que no me resisto en recomendar y que lleva el aventurado y venturoso nombre de El CinExín de Vallín desde hace unos meses. No sé qué hacen leyendo todavía y no se han puesto a mirarlo.
Les recomiendo dos recientes para abrirles el apetito: Arritmias y taquicardias o Abyectos succionadores . Y aún hay más.

Nota a pie: Cinexín: pequeño proyector cinematográfico de películas de 8 mm fabricado por la empresa de juguetes Exín en Ibi, Alicante y que gozó de mucho éxito entre los niños españoles en los setenta y primeros años ochenta del pasado siglo XX. Ver foto.


El lugar temido.

En el míticamente feliz territorio de la infancia existen lugares en los que el miedo a lo desconocido atenaza el ánimo hasta la parálisis, aquellos en los que su sola mención hace volar mariposas en el estómago, y carámbanos en la espalda. Puede ser un animal, bicho, serpiente, perro, araña, gallina; un fenómeno, niebla o tormenta; o lugar, habitualmente oscuro, sótano, desván, hueco bajo la cama. Con los años, los miedos cambian y vienen asociados a las responsabilidades contraídas y no cumplidas, a las pequeñas traiciones y olvidos. Mi lugar temido es mi cuenta de correo, el armario electrónico en el éter de cable y fibra en el que se guardan los mensajes enviados que sé, que cuando lo abra, me anegará y avergonzará, y al que, siempre me digo, por falta de tiempo, hace demasiado tiempo, no accedo.
Sirva esto a modo de disculpa a quienes debo correo.

martes, 26 de noviembre de 2002


Tramo cerrado al tráfico marítimo por vertido de fuel.

Volveremos en cuanto les saquemos el petróleo a los percebes.
Trabajamos para usted.

Disculpen las molestias.

viernes, 15 de noviembre de 2002

Sin imágenes, casi sin palabras
No he querido mirar. En ocasiones siento que el sufrimiento mostrado se convierte espectáculo, pero lo he oído por la radio con palabras bien claras: hay niños en Argentina que se están muriendo de hambre. Su aspecto, cuentan, es el de tantos niños, tantas veces vistos, que agonizan en las hambrunas endémicas que hay en tantos países de África o en la India. Las condiciones en Argentina son diferentes. Hechos así no sólo deberían de ser inconcebibles sino imposibles. La Argentina tiene una superficie equivalente a la de la India y unos 40 millones de habitantes, no más de mil millones. Deberían detener al Gobierno de la Argentina, a su presidente, a los gobernadores provinciales por genocidio, por crímenes contra la humanidad. Los militares mataban y torturaban en los garajes, por acción. Ahora se tortura y mata por omisión. Las pruebas contra ellos son evidentes. Recojamos firmas, inundémonos sus buzones, señalémoslos cuando salen a la calle, sentémoslos en un banquillo, esposados, delante de un juez.

jueves, 14 de noviembre de 2002

¿Qué es Europa?

Quizás un lugar en el mundo donde la gente se mataba a millones durante todo el siglo XX, quién sabe, pero las recientes declaraciones del ex presidente de la República Francesa Valéry Giscard D'Estaing anunciando, reconozcámoslo, en un estilo muy francés, que la entrada de Turquía en la Unión Europea sería el fin de "Europa" llaman a la búsqueda de una definición que no puede pararse en los días de la Guerra Fría y aquello que se llamó el Comecon, y que tampoco puede quedar en un juego de mercaderías, una sociedad de economías opulentas o un club de decadente aristocracia. La polvareda ha sido considerable, pero lo cierto es que la definición no es fácil. Ya se defendió aquí, con el famoso y en el fondo chusco caso del islote Perejil que es la Historia y no la Geografía es la marca las fronteras. Con esa premisa, Turquía no sería un país europeo: al fin y al cabo se acabó con ellos y su imperio en la I Guerra Mundial, y aunque tengan una parte de su país en el continente, no se puede decir que pertenezcan a él: parecen extraños, son musulmanes.

... y sigue... Giscard D'Estaing insinuaba la “cristiandad” como lugar común; no creo que sirva para los millones de ciudadanos que no han crecido bajo esa cultura, emigrantes o hijos de emigrantes de viejas colonias, con su pasaporte color burdeos, y recordemos a los judíos, o los gitanos, tan europeos a fuerza de ser perseguidos. Un buen amigo aseguraba al respecto, citando a otra persona, pero añadiendo argumentos, que lo que nos definía era la Ilustración, las ideas del estado-nación, los derechos individuales, la democracia. El argumento era certero pero demasiado amplio: eso es lo que une a lo que llamamos Occidente, porque todos somos o debemos ser hijos de la Revolución Francesa y de la Declaración de los Derechos del Hombre, idea que acaban por impregnar y forma parte de la identidad no sólo de toda Europa, sino de Australia, de Nueva Zelanda y por supuesto, América, desde Alaska a la Tierra del Fuego, aunque esas ideas no se hayan logrado poner en práctica al completo a pesar de los años. Quizás Europa, a pesar de ser fraccionada la idea inicial sea Roma o los valores de Roma o mejor dicho, la cultura grecolatina frente,: con sus leyes que aún perduran y base de todas las que tenemos, sus interminables discusiones, una multirreligiosidad muy laicista, la idea de la ciudadanía como derecho, que se mantuvo en esta parte del continente durante 500 años y en el otro lado, durante 2.000, hasta que Constantinopla cayó y los otomanos tomaron el poder pero no cambiaron las formas ni las leyes. Entonces ¿qué es Europa?

lunes, 11 de noviembre de 2002

Cita encontrada al pie
El mundo siempre tan lleno de tentaciones...

“No saben, a menos que sea hombre de gran ingenio y virtud; y no es razonable que, habiendo vivido siempre como simple ciudadano, sepan mandar; no pueden porque carecen de fuerzas que les apoyen y sean fieles. Además, los estados que surgen de repente, como todas las demás cosas de la naturaleza que nacen y crecen deprisa, no pueden tener las raíces y ramificaciones correspondientes; de manera que la primera adversidad los destruye”.

El Príncipe, Nicolás Maquiavelo

viernes, 8 de noviembre de 2002

Negación de la filosofía (moderna) en dos partes
Esto es una imagen digital, no un ojo, ni un metaojo con gafas, ni un órgano metafórico que aparenta mirarte ...

Recientemente, mientras revisaba los restos de un conocido naufragio, hecho que había advertido Paulanet, en otra cala encontré un artículo malintencionado y bochornoso, tanto en forma como en contenido, respondiendo a una reseña literaria que había hecho tiempo atrás un buen amigo periodista, compañero de algunos de los que leen estas líneas y al que siempre tuve y tengo en estima y aprecio profesional. Lo curioso es que el artículo originario de esta polémica era una reseña crítica que no negaba elogios ni valía al encausado, pero sí denunciaba la vacuidad de su último libro. Según este amigo periodista, el autor se regodeaba en unos centenares de páginas para no acabar diciendo otra cosa que la recogida en el título del volumen, que no mencionaré, y de cuya autoría se hacía responsable un conocido filósofo. Una reseña hecha con interés y rigor, de alguien que había leído el libro, asistido a la presentación del mismo y contado lo visto, oído y entendido a su leal saber y entender. Lo curioso del caso, y este es el motivo de reflexión, fue la respuesta, cercana al libelo, efectuada en una publicación marginal de la red, patrocinada por el agraviado, en la que se dedicaban a insultar al redactor, desprestigiar su carrera profesional, descalificarlo por haber estudiado en una determinada universidad, y todo por cometer el periodístico pecado de haber efectuado tal reseña, firmada con su nombre, y con una dirección de correo electrónico al pie, a la que, huelga decirlo, no llegó ninguna carta sobre el tema. Sí, la nota insultante llevaba firma, de alguien, según se podía entrever de la cuadra del filósofo en cuestión o de sus aledaños y quien decía ser, terrible, licenciada en filosofía.

... y sigue: No entendí a qué venía esa rabia y desprecio, ese ardor impudoroso, ese odio biliar, pero me sorprendió, durante unos segundos, que viniese de alguien que mostraba como máximo logro una licenciatura a la que se presuponen, al menos, el manejo de los argumentos y no de los insultos. Rápidamente, este navegante se recompuso, y recordó la frustración de años pasados al descubrir la muerte de la filosofía tras los siglos, al ser sustituida por la física, la medicina, la economía, la astronomía, las matemáticas, la biología o la neurología, ciencias sometidas al método y no meras disciplinas teóricas. El contra-artículo, en la mejor forma de la contrarreforma, era hueco e insultante, y confirmaba los peores temores del que esto suscribe al desvelar que al filósofo no sólo le falta campo al que cerrar con una cerca categorial, si no que demuestra que la aparente armazón de análisis de la realidad ofrecida hasta la fecha es un castillo de naipes construido con jerga, humo, citas al pie y referencias endogámicas, que ayudan a perpetuar los que encuentran en la universidad y sus sectas un hogar cómodo con el que llenar la vacuidad de sus vidas pero que no compensa su afán de notoriedad en una sociedad demasiado inteligente o alienada como para hacerles caso. Quizás sea un análisis demasiado farragoso y localista el aquí ofrecido, así pues les propongo que si están en Argentina sustituyan filosofía por psicología, (otra variante sería la de los economistas, también para los chilenos) o en México, por antropología, y estaría dispuesto a suscribir todo lo dicho con esos términos, al menos, a modo de provocación.

jueves, 7 de noviembre de 2002

El penúltimo de los mitos
Lo apearon...

Cayó Varsavsky, un mito, o como lo definen los amigos de DiarioDirecto "el ídolo de la nueva economía". Un enrevesado asunto financiero (bonos, fondos, créditos) le dejaron fuera de su juego en su empresa, pero no creo que con los bolsillos vacíos. Ahora es sólo un accionista más de una compañía telefónica, Jazztel, que trata de fusionarse con otra, Uni2, mientras que la causante de esa caída y de otras, Telefónica, mira para otro lado y sonríe por los bajo. El monopolio, si no es público, siempre es malo. En el otro caso hay excepciones y razones, pero temo estar entrando en un debate abierto en Denker Über y no es el caso, ni la intención. Lo cierto es que Telefónica es una gran especialista en poner las cosas difíciles cuando se tiene que usar su red para competir en un mercado que se liberalizó a regañadientes. Es imposible estar en la calle vendiendo un producto más barato de lo que te cuesta, pero ese no es el asunto. El tema es el ejemplo de Varsavsky y lo mucho que representa; el prestidigitador que creó de la nada una compañía de teléfonos en España, con una de las publicidades más inteligentes que se han visto en años, y luego un emporio de contenidos para la red, con mucha gente que puso ilusión y trabajo, Ya.com, y que fue finalmente vendida a T-Online cuando tocó el tiempo de soltar lastre, despejar el humo, esconder el botín y saltar por la borda, antes de que todo se hunda. No es el único caso. Algún día hablaremos de Terra o de las cuentas de Eresmas antes la fusión con Wanadoo. Y no es sólo un tema de economía, aunque no lo parezca. O sí.

miércoles, 6 de noviembre de 2002

El triunfo de los asesinos


Citaba, quizás Ricardo Corazón de León o Millán Astray, tanto da, aquello de “matadlos a todos, Dios escogerá a los suyos”, y la cara que viene a la memoria inmediata es la de Putin defendiendo su acción en el teatro de Moscú contra los terroristas. Los rostros se solapan con el de Fujimori vestido de Rambo entrando en aquella embajada en Lima, o con la imagen del fuego invadiendo la embajada española en Guatemala, para volver con Bush, bombardero de bodas y banquetes (¿existirá algún iraquí, iraní, persa, norcoreano, sudanés, afgano, palestino, por casualidad, bueno?), hoy fortalecido tras su triunfo en las elecciones (¿será pues necesario ya atacar a Irak?). Engrandecido por su pueblo como el incalificable Vladimir Putin tras gasear a los rehenes, en la mejor tradición de los gases y los campos, digno representante de aquello que Antonio Muñoz Molina llamaba, y aquí lo recogíamos, “un fondo leninista de falta de compasión y de falta de respeto por la vida humana”. ¿Será el presidente Bush el adalid de un leninismo capitalista de tercera vía?

lunes, 4 de noviembre de 2002

De vuelta


Tras unas gozosas semanas de alejamiento, Mar Interior regresa a la actividad, con nuevos proyectos que poner en marcha, y algunas modificaciones a efectuar fruto de nuevas ideas y experiencia. Este es sólo un anuncio de lo que vendrá, pronto. Enviamos nuestro afecto a aquellos que nos extrañaron.

miércoles, 9 de octubre de 2002

De viaje
Algunas nubes

La reglas son sencillas: dejar atrás todo lo conocido, agarrar una mochila con lo mínimo que exige la higiene y la cortesía, llevar sólo un cuaderno de viaje, un lápiz, una cámara, unos números de teléfono anotados en una tarjeta, quizás un libro para las esperas, negarse a uno mismo la radio, los periódicos, la televisión, la red, dejar que la voz interior surja y subir al tren, aquel amado tren e ir a la busca de los compañeros de viaje, de los amigos, de esos a los que tanto se les debe y es posible ver pronto, no tener prisa, observar, hablar, escuchar, recordar, recrear, inventar, ser y dejar, transformar y ser transformado, dejar que los días más cortos sean luego los más largos en la memoria, viajar en, suma, saberse irredento vagabundo, vivir.

sábado, 5 de octubre de 2002

Valores, vándalos, banderas

En una conversación sobre Francia, aquella cuya revolución iluminó al mundo y cuyas migajas siguen esparcidas por él, según contaba Haro Tecglen, se decía que los valores republicanos de Libertad, Igualdad y Fraternidad habían sido sustituidos (lo qué desconozco es por quien), por los de Seguridad, Eficacia y Solidaridad; más que otra cosa lleva a uno a imaginar a Francia como una especie de ONG con James Bond en la Presidencia, o mejor, un servicio secreto con fachada de ONG, en la que las víctimas y beneficiarios fuesen los mismos, esto es, los ciudadanos. Algo así debe de pensar el presidente del imperio, con la guerrita que quiere montar (no es nueva, la situación es la misma que la de Julio César antes del comienzo de la guerra de la Galia, pero el tema da para más), y con la obtención de la inmunidad (ver de nuevo a César) para sus tropas ante el Tribunal Penal Internacional que Europa ha construido con los valores viejos y republicanos de una Francia que iluminó a la América colonial y al mundo. Pero el vándalo imperial no atiende a razones, y se abraza a su bandera, una moda patriotera que empieza a extenderse (una historia que da para mucho más), y que se usa cuando los argumentos fallan, para pasar por encima de su propio legislativo, de sus propias leyes, cambiando los valores de la revolución francesa, que son también los suyos, por los nuevos y falaces. Mejor la seguridad que la libertad, mejor la eficacia que la igualdad, además "igualdad, para qué". Decía el escritor José Latour que en el siglo XX ningún sistema político logró equilibrar la libertad y la igualdad ("la fraternidad es una gaita, chico"), hablando de lo económico, claro. Tampoco parece que la libertad y la seguridad puedan estar en el mismo lado de la balanza. Ser libre entraña riesgos, a no ser que queramos vivir en una larga infancia, algo que les gustaría mucho a tantos.

sábado, 28 de septiembre de 2002

Divina comedia

El azar, la casualidad o el infortunio, traen en ocasiones enseñanzas inesperadas. La experiencia personal puede ser más o menos rica en el caso de cada uno, y la reacción ante esos cambios inesperados varía desde el punto de vista con el que se enfrente lo que es hecho y no especulación o deseo. Los constantes problemas con la máquina que abre el Mar Interior, y finalmente su alejamiento en busca de un estudio más detallado de sus síntomas, aún por resolver por parte de un técnico amigo, y por lo tanto, confiado y despreocupado, han permitido un viaje interior (todo viaje es interior o no es) por los sucesivos infiernos circulares y concéntricos, permeables, divina comedia, en los que vivimos en el mundo de la información, en la que este exceso, lleva a una ignorancia ilustrada y casi enciclopédica. Sin Internet, un mundo anillo en sí mismo, imagen perfecta de los avernos que Dante describió, la vida es distinta y los ecos de las conversaciones se apagan para surgir con más fuerza otros, como los del (falso y perfecto) cielo de la televisión, en la que todos se creen estar en gracia de Dios, sin saber (ese es el castigo), de la mentira de sus vidas, mientras deambulan por otro infierno con forma de claustro que rodea a otro y a otro sucesivamente. La continua renuncia a la información, primero impuesta, luego escogida, lleva a conclusión terrible, perdidos en el bosque de signos y de mensajes y es que el único limbo posible, ya no cielo, es la desconexión en un lugar sin vida, casi sin lenguaje, allá donde sólo se escucha el susurro de las nubes. Pero aunque falta la herramienta, y la posterior voluntad zen de renuncia se impone la tentación, que luego se convierte en necesidad; y se acaba por entrar y lanzar el mensaje desde un amarre de alquiler, un ciber de segunda, para contar lo que hay, pecado moral, y esperar respuesta, dulce condena.

domingo, 22 de septiembre de 2002

Caro Diario.
Luna nueva. De niño, en los veranos míticos de la infancia en la "tierra de campos" donde los norteños íbamos a secar nuestras humedades veraniegas, se veía salir en septiembre una enorme y rojiza luna poco después de que el sol se pusiese, una luna a la que llamaba con lógica infantil "nueva". Parecía recién nacida y estaba absolutamente completa. Después me explicaron que no, que esa que veía era la llena y que la nueva era en la que no aparecía, en la que las estrellas mandaban, la luna vivía tragada en la oscuridad y que a partir de ese momento comenzaría a crecer, a volver a ser ella misma. Acaban de terminar los días bajo el influjo constante de las mareas. Es tiempo de cosecha y de esperanza, de crecer, de volver a ser. Gracias por estar ahí.

viernes, 13 de septiembre de 2002

¡Viva México, cabrones! (con nostalgia)
Mexicanos, al grito de guerra, el acero aprestad y el bridón, y retiemble en su centro la tierra al sonoro rugir del cañón... (anden, mejor la cantan ustedes...)

Decía el escritor cubano Justo Vasco que "la nostalgia es un cuento, un truco", y desde las páginas de uno de sus libros, antes de pronunciar esa frase, Paco Ignacio Taibo I le contestaba que no, que "la nostalgia lleva a viajes y aventuras" (y debe de ser cierto, uno de sus hijos, Benito, lo argumentaba en un poema: siento nostalgia de lugares en los que nunca he estado). Creo que los dos (los tres) tienen razón, desde su punto de vista. Y en mi casa también hay nostalgia de México, un país que uno ama de manera apasionada e irracional. Y el domingo, día 15, retomamos la tradición de celebrar con mesa y mantel la independencia de México, una disculpa como otra cualquiera para preparar un poco de guacamole, unos camarones a la diabla, un pozole, un algo de cochinita pibil, guardar de postre dulce de cajeta (de Celaya) e invitar a los amigos a comer todo eso (también hay tacos) y a tomar unos tragos de tequila reposado, unas chelas de las de allá, las ya sabidas: Sol, Corona, Negra Modelo (y no se preocupen los argentinos, también compré unas Quilmes), y eso, estar juntos hasta que entre bien la noche, y con ella, casi el fin del verano, contando historias y la Historia desde el lado que más nos gusta. El año pasado no pude celebrar la fecha en la que siempre brindamos con Herradura por "el gusto de estar con ustedes" y por los que están al otro lado del océano. Creo que este año hay mucho por lo que celebrar y que recordar.
Y están todos invitados (ver lista inicial en el comentario 1, añádanse los que no se encuentren). Por favor, confirmen asistencia.

Aviso para navegantes
Algunos amigos se preguntaban a qué se debió la reiterada ausencia del editor de Mar Interior, y agradezco, como bien saben el interés despertado. Las razones han sido varias: por un lado mis obligaciones conocidas con la medicina, por otro, problemas con el proveedor de acceso a Internet, algunas incompatibilidades entre un nuevo programa y el Explorer, la consabida boda (que resultó de lo más divertida) y la lectura subyugante de una novela de casi mil páginas, de la que me gustaría hablar, Criptonomicón. Si preocupé a alguna persona, mis disculpas, y mi agradecimiento por el interés. De verdad, gracias. El editor también es consciente de su retraso con el correo.

miércoles, 11 de septiembre de 2002

¿Dónde estabas tú?
Un kiosko imposible...

De vacaciones, volvíamos de Llanes y preferimos ir a comer en Arriondas, un pueblo a la orilla del río Sella, ya de camino a casa, en una sidrería que conocía. Antes de que el postre llegase, desde el comedor note un cierto revuelo en la barra. Pensé, en principio que era por la Vuelta Ciclista a España. La etapa del día pasaba por la zona y acababa en Gijón; pero no, era otra cosa. Los tradicionales comentarios jocosos o apasionados que se dan en el ciclismo se tornaron en un "mira, mira" constante. Al levantarme, en la televisión vi arder la primera torre gemela. Aún de pie, no me pude creer lo que veía cuando un segundo avión de estrellaba en la otra. El resto fue un viaje en coche zapeando por las emisoras en busca de información mientras los dos rascacielos se desplomaban y alguien hablaba de "un coche bomba" en el Pentágono. A la hora que escribo esta nota, hace un año, estábamos en casa de Justina y José Luis (tienen familia en Nueva York) reunidos alrededor de la tele, con cervezas y patatas fritas, como sí fuese una final de copa o un festival de Eurovisión, pero esta vez, el tono era distinto. Hoy la mayor parte de la humanidad tiene una historia que contar sobre el 11-S, un año después, un hecho histórico, casi cultural, que se ha convertido en una referencia de todas las culturas, que vieron como una parte del imperio se desmoronaba. Hay otro 11 de septiembre que también recuerdo. La televisión estaba también por en medio. Yo no debía de tener más de ocho años. Por la noche, en el canal único, José María Iñigo entrevistaba, de urgencia, a un cariacontecido Mario Vargas Llosa, cuando todavía conservaba la sensatez. El motivo de la entrevista era único: acababa de tener lugar un golpe de estado en Chile contra Salvador Allende (un recuerdo a aquella fecha ha sido disuelto hoy por la policía en Madrid: hasta para el recuerdo hay clases). El escritor se confesaba, entonces, "devastado". Esa era la palabra que mejor capturaba el sentimiento en casa de nuestros amigos hace un año. No había miedo. El único miedo que teníamos era el de la reacción que el acobardado Bush podría poner en marcha y que aún no ha acabado. Después, vinieron decisiones que afectaron a amigos bien queridos, pero de esas me enteré tarde y no tardaría en afectarme de manera más directa; pero eso es una historia privada, de las que no interesan.

jueves, 5 de septiembre de 2002

El temblor de la falsificación
Foto: Elisabeth Young

En estas semanas de cuentas maquilladas, de impostura contable, de mentiras numéricas, en la bolsa, en las grandes empresas, en las acciones, de las presiones del mercado, de la necesidad de crear valor (o humo), de las opciones y las opas como armas terribles del capitalismo sobre el ser humano, la idea de la productividad, de una institución, privada o pública, va unida al sistema en el que vivimos y a eso no es ajeno ni la ciencia. Tristemente, se descubren que los más recientes logros de la Física han sido pura invención que todo ha sido mentira, engaño, patraña, para lograr mantener los fondos que financian a los investigadores, a los catedráticos, y con ellos, su prestigio, minado por no seguir el método científico y dejarse llevar por la fama, paradigma de una gloria que nunca ha de llegar. ¿Y si las cosas no fuesen así? ¿Y si las razones no fuesen el estatus, el dinero o el prestigio? La escritora norteamericana Patricia Highsmith hablaba (y lo usaba como título de una de sus mejores novelas) del El temblor de la falsificación como esa agradable e incierta sensación en la quien vive en la impostura, esa inquietud de saberse en la mentira y seguir adelante con ella, con todas sus consecuencias, para aparentar ser más hábil, más inteligente, mejor, aún a sabiendas de que todo es falsedad, vanidad, fraude y lograr una cierta y arrogante superioridad de quien se sabe dueño de un secreto que es la mentira de uno mismo.

martes, 3 de septiembre de 2002

Caro Diario.
La Boda. ¿Alguien se ha dado cuenta de lo complicado que es armar una boda? Yo no, hasta ahora, y eso que estoy casado. La lista es innumerable, sobre todo cuando los cercanos empieza a mirar hacia otro lado, mejor dicho, hacia uno, en las comidas familiares y dicen cosas del estilo “Eso debes de saberlo tú, ¿no?” y en ocasiones lo sabes, pero en otras no, y así van las cosas. Contratar el restaurante casi con años de adelanto, escoger el menú, probarlo, elegir los vinos (clásicos: Paternina, Torres, Codorniú), colocar a los invitados en las mesas sin crear conflictos, acertar en la elección de los cigarros puros (Partagás), los regalos, las flores, los cigarrillos (light, para las señoras), las corbatas del novio, padrino, padre, suegro, cuñado y cualquier hombre que no sepa hacerse un nudo a la corbata (y si no saben y nunca se la ponen, ¿por qué ese día quieren ir a una boda así?), el orden de la ceremonia con el cura (simpático), la pandilla de ateos que subirán al púlpito a leer la Biblia (entre los que me cuento), discutir con el organista (pro-Haendel y Cabezón) y con el director del cuarteto de cuerda (pro-Bach) la música de la misa y quién y qué van a tocar juntos, las confirmaciones de última hora, los familiares desconocidos, mis señores padres a los que pastoreo y menos mal que no soy el padrino, acabo de llegar de mis obligaciones, y la boda es el domingo, con lo cual queda claro que no es la de Anita y Alejandro. He dicho.

viernes, 30 de agosto de 2002

Otro tiempo vendrá

Otro tiempo vendrá distinto a éste.
Y alguien dirá:
"Hablaste mal. Debiste haber contado
otras historias: violines estirándose indolentes
en una noche densa de perfumes,
bellas palabras calificativas
para expresar amor ilimitado,
amor al fin sobre las cosas
todas".

Ángel González, Sin esperanza, con convencimiento.

miércoles, 28 de agosto de 2002

Ironía
La policía vasca contiene a un grupo de simpatizantes de Batasuna. Foto: REUTERS

Finalmente, la policía autónoma vasca actúa y cierra las sedes de Batasuna por orden del poder judicial. Tras algunas dudas, el gobierno autónomo no elude sus responsabilidades: otra cosa sería saltarse las normas del estado de derecho. Tras el desalojo, Otegi dice que los policías han cumplido "como es debido, la ley española y la de los españoles". Es cierto, y al oír sus palabras no me siento insultado. También, el portavoz de los asesinos habla y pide democracia, la misma que no permite en su tierra, ni a sus víctimas. Hace muchos años, estrenada la mayoría de edad, gente de ese entorno se aproximaron a quien esto suscribe para sumarlo a la causa (también gentes del Opus Dei, pero a esos no les dio ni tiempo a acercarse). En candidez adolescente uno pensaba que la entonces HB no recibía órdenes de los terroristas, que era el movimiento civil de una cosa mucho más grande y revolucionaria. De nuevo, con inocencia juvenil, los proselitistas reconocían con orgullo que no, que estaba equivocado y que los militares eran de los "nuestros", para mi silencioso escándalo. Por muy idealista y rojo que uno quisiese ser no podía participar en un movimiento sectario, de comportamiento mafioso, en el que se aplica la pena de muerte como cosa normal. Son, desdichadamente, lo mismo. La actuación, comentarios y amenazas los identifica. La ilegalización es ineludible, como argumenta Ramoneda. Lo triste es que ni el Gobierno ni la sociedad española parecen permitir matices. Y ahí no hay espacio para la ironía.

domingo, 25 de agosto de 2002

Lo concreto y lo abstracto
El escritor Antonio Muñoz Molina

"En la actitud tibia ante el terror se da un fondo leninista de falta de compasión y de falta de respeto por la vida humana. Y la intención de no valorar las personas concretas y de dejarse llevar por abstracciones. Muchos no quieren correr el menor peligro de dejar de ser progres. Hay gente en la izquierda que prefiere seguir pensando en términos de pueblo, de masas, porque no saben qué hacer con las personas concretas".
Antonio Muñoz Molina, en declaraciones a Arcadi Espada para El País .

viernes, 23 de agosto de 2002

Menos es más
Decía Kiko Veneno que, “lo mismo te echo de menos, que antes te echaba de más”, un buen resumen de lo que ocurre cuando uno, experto o no, se enfrenta a la red. Participaba, quien esto suscribe, hoy en una tertulia de Radio Nacional de España, que también se emite por su servicio de Radio Exterior, junto a Fernando Jaúregui veterano periodista de información política, uno de los más lúcidos investigadores del fallido golpe de estado del 23 de febrero, y en la actualidad director de MiCanoa, y los dos estábamos de acuerdo, en la necesidad de los filtros y del rigor en los medios de comunicación en la red, cosa que ambos, desde edades bien distintas, echábamos mucho de menos. Incluso coincidíamos en la idea de que un servicio de boletines con menos noticias, pero mejor seleccionadas, podría tener una salida y con él, unos ingresos tan necesarios para el mantenimiento de un medio on-line. Laureano García, el moderador de la tertulia, advertía sobre que esto estaba a punto de ponerlo en marcha Le Monde, para sorpresa de ambos. Y allí, uno de las grandes referencias de la red en español, Mikel Amigot director de IBLnews, antes ibrújula, negaba la mayor y mantenía que cuanto más mejor, pero bien hecho, que nadie quiere ser como Terra. Lo cierto es que la cantidad de noticias de ofrecen las portadas de mucho portales abruma, y ese hecho puede llevar a tanta confusión como una censura previa: desinforma tanto la escasa información como la saturación de noticias. Defendíamos la idea contraria con un cierto arrojo: Jáuregui, con el modelo de negocio que quiere poner en marcha en breve, y el que aquí suscribe, con la idea de que “menos es más”, como demuestran tantos blogs de opinión, en la firme creencia de que todos los nuevos formatos de comunicación en la red que van a surgir se están llevando a cabo en este gran laboratorio que es el mundo de las weblogs/bitácoras, que el periodismo tradicional con base o intereses en la red ve con recelo, como a una amenaza, tanto económica, como a la credibilidad del medio en su conjunto, cosa, ésta última en la que no puedo estar más de acuerdo, pero el tema es ancho, como la ecología de Internet o la física de los blogs y requiere otros espacios.

jueves, 22 de agosto de 2002

Exiliado
Un Boeing 747-430, con número de registro D-ABVP, hace un a maniobra de aproximació a YYZ

Esta historia es difícil: no voy a hablarles de un hombre común. Trabajó durante muchos años en un país mítico en una tierra mítica, construyendo un sueño con esfuerzo. Y un día quiso contar lo que no le gustaba, en una novela que publicó en una pequeña editorial en un país extranjero. El libro no gustó y su mundo se fue haciendo cada día más ajeno, más extraño: amigos que no contestaban llamadas, parientes que miraban para otro lado, compañeros de trabajo que negaban el saludo. Silencios que se van extendiendo, sombras que caen cómplices del poder o del temor. Pero el hombre no cejó, siguió haciendo bien su trabajo, a pesar de las zancadillas de la burocracia, de las miradas llenas de soberbia, de los problemas para conseguir lo mínimo. Siguió escribiendo, y publicando. En el extranjero, encontró lectores y críticos que apreciaron lo que hacía, mientras dentro llegaban las advertencias de conversaciones intervenidas, de miradas acusadoras. Los amigos le insultaron en público y fueron complacientes en privado, y alguien le dijo sin decirlo, que mejor se fuera, con familia y todo, que sobraba. El hombre poco común se fue. Hace poco que me contaron esta historia de alguien que siento como amigo, pero que no puedo mencionar su nombre, ni su país, ni casi su historia, por prudencia, por temor a la burocracia, siempre la misma, que ordena los papeles que nos permiten viajar por el mundo, nunca por complicidad con la nación que exilia a los hombres que siempre serán libres.

martes, 20 de agosto de 2002

Algunas nubes
Algunas nubes

Desde la cima de una montaña, mirando la centelleante llanura en la tarde de verano, la vista descansa sobre el horizonte incierto, brumoso, lejano. Existe una necesidad de mirar a lo lejos, de desenfocar la mirada. El desierto y el océano siempre han cumplido su parte. El cielo pasa cerca y es posible escuchar el ruido de las nubes.
(18/08/02)

Chillida
Elogio del Horizonte (detalle). Escultura de Eduardo Chillida. Cerro de Santa Catalina. Gijón.

Al regreso, descubrimos que Eduardo Chillida ha muerto. Los últimos años padecía la cruel enfermedad del olvido y su voz, dibujando el aire que rodearía con sus esculturas, hacía mucho tiempo que se había apagado. Lo recuerdo como un hombre afable, con la sencillez que tienen los que son muy inteligentes que les hace asombrarse ante casi todo a lo que los demás nos pasa inadvertido, atento a todo, a las palabras amables y a las duras, apasionado y tranquilo. Le gustaba escuchar a la gente sencilla, la que decía de sí misma que no sabía nada de arte y él les hacía más sabios que todos los críticos, y recordaba y repetía esas palabras como el mayor de los éxitos y de los elogios. Trabajó la forma de una manera en la que nunca necesito poner una firma: cualquier escultura suya era reconocible y nunca estaba repetida. Al final logró uno de sus sueños, y su hermoso caserío-taller, se convirtió en el museo que siempre había soñado Muchos le recordarán por el Peine del viento en San Sebastián. En mi ciudad quedará el Elogio del horizonte, una escultura que se eleva sobre el mar y que deja entrar en su interior en el rumor de las olas que rompen a los pies del acantilado que preside. (20/08/02)

Recién llegados
El pueblo de los abuelos de mi esposa es apenas una veintena de casas al final de un valle angosto, en mitad de la montaña leonesa. La gente allí siempre vivió de todo un poco: las cabras, las ovejas, las cabras, los árboles, las huertas, la caza. Hace unos pocos años estuvo a punto de desaparecer, de convertirse en un pueblo fantasma. Sólo vivía todo el año familia, y algunos, a ratos, como el abuelo de mi mujer. Un día llegó un hombre joven, de sonrisa franca, y compró tres casas. Después compró otras dos más. Las ha rehabilitado, manteniendo el aspecto y la arquitectura del pueblo, y ha montado unas casas rurales. Todos los fines de semana están ocupadas por gente que busca un poco de silencio y de aire limpio. Ahora todos le odian. Sobre todo, quienes vendieron. Se consideran estafados, desplazados. De la noche a la mañana, "uno de fuera" se ha convertido en alguien importante, con el que se debe de contar para hacer las cosas. Y hay fricciones. Por un lado, los que han perdido poder. Por otro (aunque pueden ser los mismos), aquellos que quieren seguir explotando el valle a costa del paisaje, talando árboles, permitiendo que se instale una cantera. Y eso ya no va a ocurrir. El paisaje ya es su riqueza. Unos cuantos más han arreglado sus casas. El pueblo se ha vuelto atractivo, cuando antes nadie le hacía caso. Siempre pasa lo mismo. Cuando alguien trae el cambio, despierta odios. La política es la vida en un pueblo pequeño. (19/08/02)

Otros saberes
El señor José habla de los barcos que surcan el océano desde su pueblo en las montañas con el asombro de quien ha visto el mar por última vez hace muchos años, y más cerca, por televisión, claro. Dice que no sabe de dónde se sacan esos árboles con los que los hacen, que tienen que ser "unos buques gigantescos" para llevar miles de toneladas de carbón o de cemento. Es inútil explicarle que están hechos de hierro. "Pero hombre, cómo va a flotar una cosa hecha de hierro, con lo que pesa", argumenta. Mirando a la Luna cuenta que "lo de los astronautas" fue una película, un invento de los americanos, como las cosas que se ven en la tele y pregunta si lo hemos visto. Decimos que sí, que claro, aunque cuando ocurrió apenas habíamos nacido. El señor José sabe el nombre de cada peña, cada majada, cada cueva de su pueblo. Conoce cada ave por su sombra, intuye el camino del lobo a la fuente, el paso de los jabalís por las huertas. Alguien decía, no hace mucho, que cada civilización tiene tendencia a olvidar el conocimiento que no necesita, y en ocasiones, cuando trata de recuperarlo, no puede. Al señor José esto de Internet le parece una tontería. Y debe de serlo. (17/08/02)

Estrellas fugaces
La Vía Láctea vibra en la noche. El aire es seco, limpio, ligero, como se espera en un pueblo de las montañas, al otro lado de la cordillera en el que el verano es cierto. La luna se ha puesto hace rato y las estrellas brillan aún más. Al Norte está, perfecta, la Osa Mayor. Ascendiendo se ve la Estrella Polar. Echados en el suelo, bajo una manta, y sobre otra esperamos la anunciada llegada de las Perseidas. Poco a poco, en el cenit, destellan en el límite de la vista las primeras: tímidos surcos más rápidos que el deseo, un breve destello sobre el inmutable firmamento, nada. Después, la frecuencia aumenta, las trayectorias son más definidas, más hermosas. Dentro empieza a haber un sobrecogimiento arcaico, primitivo, un temor anterior a nosotros mismos. El cielo parece caerse sobre nuestras cabezas. Una roca más cruza la capa superior de la atmósfera, abre la noche en una estela definida y clara, brillante, y hacia el final de su trayectoria se parte en dos. Nos preguntamos si ese era el asteroide prometido que traería el anunciado fin del mundo, y decidimos irnos a dormir. (16/08/02)

Caro Diario

Viaje inesperado
En medio de la madrugada, mi cuñado nos propone pasar los próximos cinco días en el pueblo de sus padres. No lo pensamos demasiado y aceptamos. Llevamos demasiados días anclados en el no-verano y la idea de cruzar la cordillera y reencontrarnos con el sol y el verano resulta agradable. Decido cambiar el muro más eléctrico en el que escribo por la vieja libreta de tapas negras. Tengo vbastante correo que responder, llamadas pendientes en el contestador. No me da tiempo ni de poner un aviso. Me prometo poner al día el Mar Interior a mi regreso. No estoy seguro de poder cumplirlo. (15/08/02)

Luz mágica
Fuegos artificiales

En España, el 15 de agosto es una fiesta, también en la ciudad en la que vivo. Pero la noche anterior es especial y mágica, al dispararse, desde la orilla de la playa, un gran castillo de fuegos artificiales durante poco más de media hora. La belleza de esa luz imprevista, de ese artificio de pólvora y sueños, aumenta al reflejarse sobre las aguas de la playa, sobre la bahía llena de barcos que miran el espectáculo. Y con las luces vuelve ese pellizco de emoción y asombro de la infancia. Después de un gran estruendo final, hecho con cohetes de blancos relámpagos y truenos artillados, la ciudad vuelve a su ser, pero algo ha cambiado. El paseo marítimo, las calles que llevan a la playa, han sido cortadas al tráfico desde horas antes, y la multitud camina por la calzada con aire alegre y paso firme, tomando lo que siempre fue suyo y que disfrutan por una noche con una sonrisa cívica en los labios que no habrá de repetirse hasta dentro de un año y que es pura vida. (15/08/02)

miércoles, 14 de agosto de 2002

Fantasmas
“.”

"Sabía también que por el Este se extendía el continente, cortado por cordilleras bajas, por ventisqueros, por fiordos que abrían cicatrices de agua y por cuyas corrientes, en los duros inviernos patagónicos navegaban barcos fantasmas: galeones del tiempo colonial o transatlánticos altos como catedrales, tripulados por seres que ignoraban sus destinos de vagabundos arrebatados por el abrazo polar".

Luis Sepúlveda, Desencuentros.

domingo, 11 de agosto de 2002

Aprender y pensar
.

Una buena amiga de este mar, Elena García, es maestra de niños entre los 3 y los 5 años, una edad fascinante en la que la mente se forma y adquiere gran parte de las herramientas que usará para interpretar el mundo y a sí mismo. Elena enseña en un pueblo de las montañas de León y, hace unos días contaba las dificultades que se ha encontrado para poner en práctica una teoría educativa que no está recogida en los manuales oficiales y que se llama constructivismo. Por lo contado, básicamente, lo que se pretende es enseñar a la identificación de las letras y los números en un contexto que les da significado y valor. Lo que parece en principio de sentido común, no lo es tanto y se enfrenta a algunas premisas más basadas en la memorística que en la razón. Y es que, es cierto, que los niños llegan a la escuela hoy, y no como hace unos decenios, sabiendo que viven en un mundo de signos que no comprenden, de objetos que les hablan desde los carteles, las etiquetas, la televisión. Extranjeros en su propia lengua, turistas en un país desconocido, la carencia de ese conocimiento les hace ser intuitivos pero no tan lógicos, a un tiempo que van formando su propia teoría de la mente y su capacidad empática. El método es relacionar el signo con el significado, la letra en el contexto de lo que representa y no sólo con el sonido, la nueva palabra que se forma que comienza con su nombre. Es la construcción del lenguaje como sistema. De igual forma los números dejan de ser una línea memorística repetitiva, para descubrir que el cuatro es eso que hay en la etiqueta de tu camisa, que es más grande que la de tu compañero, que tiene un tres escrito y es más pequeña. La técnica no es ajena a otros campos, y fascina esa capacidad de interrelación: no es lejana a la manera a la que se tiene que explicar a una célula de inteligencia artificial los elementos con los que juega o como expresamos, con y sin palabras, lo que queremos decir en eso tan de moda en la red que llaman usabilidad. Es el lenguaje que construye la inteligencia y no al revés. Y hay gente peleando por ello.

viernes, 9 de agosto de 2002

Soulseek se mueve
Para quien no se había enterado, el sistema de intercambio musical Soulseek ha estado parcialmente cerrado por problemas con su antiguo dominio. Ahora se han trasladado y parece que funciona con normalidad.

Repetimos...
Causas ajenas a Mar Interior han impedido publicar de la manera adecuada la nota anterior ( y también borrarla, gracias Blogger). Ahí va de nuevo, con la seguridad de que funcionará: "Una nota personal. Llueve, no mucho, pero todos los días. Y cuando no, hay niebla. Este verano está siendo el mejor invierno de mi vida; y recuerdo mucho a todos mis amigos, ellos saben quienes son.
Desde aquí, les mando un saludo".

Un asunto personal
Llueve, no mucho, pero todos los días. Y cuando no, hay niebla. Este verano está siendo el mejor invierno de mi vida; y recuerdo mucho a todos mis amigos, ellos saben quienes son. Desde aquí, les mando

jueves, 8 de agosto de 2002

Patriotas
La televisión muestra a los más pobres entre los colombianos, víctimas de varias bombas durante la investidura del nuevo presidente de su país. No es momento de entrar en la compleja realidad de Colombia. Tan sólo hablar de las víctimas inocentes (inocentes, ¿acaso no lo son todas?) de estos nuevos patriotas, que con la verdad automática de la nación futura, asesinan al pueblo que quieren gobernar. “Ya nos amarán cuando estemos en el poder” decía un dirigente de las FARC. El caso no es exclusivo de Colombia. La acumulación no produce cansancio o indeferencia sino más rabia, y había un precedente demasiado reciente, sólo unos días, con muerte de una niña de 6 años, y un hombre, por un coche bomba de ETA, otros patriotas de mirada exacta, de ideas monolíticas. No hay diferencias. El fanatismo, el tribalismo tiene mil caras, pero el cuerpo es el mismo, sea en Colombia, en España, en Argelia, en Israel, en Palestina. Y da el mismo asco, aunque el asco pueda ser un lujo, como concluye Savater.

domingo, 4 de agosto de 2002

Siempre hay un mar en el interior.

Mar Interior hace pública su nueva imagen y ruega a sus navegantes que dejen sus opiniones, consejos y sugerencias sobre el aspecto que muestra. Se presenta en tres grandes columnas. Leyendo de izquierda a derecha, en la primera de las columnas se incluyen contenidos externos y/o relacionados con Mar Interior que irán siendo aumentados con el paso del tiempo. En la actualidad se presenta una breve biografía del editor de estas líneas y otras sobre el nacimiento de Mar Interior. Ambas son una forma de declaración de intenciones. La biografía por dar un contexto a los navegantes de esta weblog, saber quién opina y cuáles son sus referencias. La historia de Mar Interior es a título de curiosidad. En el centro, como siempre, los textos de las notas diarias. Ha habido un cambio en la tipografía y en el tamaño de la letra. A la derecha, como hasta la fecha, enlaces variados que reflejan los intereses de Mar Interior. A parte de los amigos que tienen unos originales weblogs, la sección de navegantes se ha actualizado con una selección de los más interesantes desde nuestro punto de vista, a la que se irán añadiendo nuevas páginas. Por el momento, algunos que tenemos en alta consideración no se han incluido al estar de vacaciones. Volverán a la sección cuando regresen de su merecido descanso. Nada más, agradecerles la atención y solicitar su ayuda para mejorar.

Blogdir a debate
Desde hace unos días se mantiene un interesante debate sobre la necesidad de ordenar y organizar el directorio de Blogdir ante el gran número de inscritos. Otros directorios (o comunidades), como genteblog, ya critican este hecho. Curiosamente no fue en el interior de la página de Blogdir sino en la bitácora del incombustible Singing Banzo, que fue el que lanzó y mató tu onda. Un debate necesario al que aportar ideas.

Aviso para robots
Google! DayPop! This is my blogchalk: Spanish, Spain, Asturias, Gijón, Marcial, Male, 31-35 !

El universo y todo lo demás
La física moderna es un ejemplo de cómo la poesía ha entrado a describir el prolijo mundo matemático. Encanto, belleza, quarks y agujeros negros. Mar Interior les invita a que se den una vuelta por la página oficial de la teoría de las supercuerdas.

jueves, 1 de agosto de 2002

Caro Diario.


Argentina vive. El ejercicio necesario de hacer la compra en el supermercado (o en el “hipermegalómano” como diría un amigo cercano) puede ser una muestra de cómo anda el mundo. Ya estábamos acostumbrados a los mangos brasileños, la piña de Costa de Marfil, los chiles, serranos, jalapeños, chipotles, de varias marcas mexicanas, hasta salsa de soja traída de Corea y auténtico wasabi japonés. Pero nada, nada me produjo tanta emoción como encontrar un tarro de dulce de leche junto a la muy española Nocilla; pero la emoción fue a más: en la sección de bebidas había cerveza Quilmes. Me negué ambos caprichos y me compré, benditos sean, una caja de alfajores (de los de allá). A veces, la nostalgia es por aquello que nunca se tuvo.

martes, 30 de julio de 2002

Las razones de una guerra
Prisioneros de guerra en el aeropuerto internacional de Kinshasa.


Una detective de una conocida serie de novelas tenía como lema "sigue al dinero", versión norteamericana canónica del eje del pensamiento (hereje), como es el marxismo. A estas alturas, ya nadie se atreve a explicar nada sin contar con la complejas y, a menudo, ocultas, relaciones económicas que manejan el mundo. Conversando con un grupo de corresponsales de guerra todos llegaban más o menos a la misma conclusión, y es que "las cosas son lo que parecen", con lo cual la afirmación se hacía aún más terrible, ya que estábamos hablando de África. Precisamente el comentario venía sobre la idea agradablemente colonialista que mucha prensa transmitía sobre el continente, que ayudaba a los occidentales a relegar los conflictos, sentirlos ajenos: aquello es una merienda de negros. Y así, la guerra llega al África subsahariana por odios atávicos, visceralidades tribales, venganzas inconclusas, afán de poder, religiones informes o cualquier otra excusa que suene a medieval, primitiva o incivilizada, y no, como suele suceder, por el control de una explotación minera, los ingresos por consentir una prospección petrolífera, o el dominio del tráfico de piedras preciosas.
Hoy, la República Democrática del Congo, el triste Congo en el que el Che fracasó, y Ruanda han firmado una paz tras años de masacres en una guerra tan brutal como sólo África sabe dar. Detrás estaba el dinero del coltán, un mineral imprescindible en la industria tecnológica, y los diamantes. Conocimos las razones de la guerra. Ahora... ¿sabremos las razones de la paz?

Aviso para navegantes
A pesar de continuar con su actividad normal esta bitácora se encuentra en proceso de reforma y reestructuración en la que sería su tercera versión. La entrada en funcionamiento de la nueva versión es inminente, y ésta incluirá una selección de las bitácoras que, a juicio de Mar Interior, tienen un contenido y/o diseño especialmente interesante. También incluirá enlaces hacia nuevos contenidos, algunos inéditos, y todos de elaboración propia. Sí se aumentará el tipo de letra, y se buscará una mejor navegavilidad de la misma. Por el momento, no se mostrará una versión Beta del nuevo diseño y se esperará a su estreno para escuchar opiniones y realizar modificaciones sobre lo elaborado.

lunes, 29 de julio de 2002

Justicia tardía
Un personaje de los años del pelotazo en España ha encontrado su destino, tantas veces postergado: la cárcel. Mario Conde, el que fuera presidente de Banesto, enriquecido en la industria farmacéutica, doctor Honoris Causa por la universidad en la que mandaba Gustavo Villapalos, líder de un CDS cariacontecido, ente mediático, manipulador de fortunas, vidas, almas y haciendas ha ingresado, por fin, y de forma definitiva en prisión. Se cierra un episodio en el que, tras diez años de dilaciones, el Supremo ha decidido que la primera sentencia era benévola y que mejor cosa que doblarla. En la prisión no le faltará de nada durante los próximos veinte años, salvo la libertad que el dinero que robó no le pudo comprar.

sábado, 27 de julio de 2002

Periódicos viejos
Una pareja de franceses muestra un diario en que se anuncia la liberación de París.


La inusual tarea de ordenar (y tirar) periódicos antiguos, lejos de convertirse en un ejercicio de nostalgia o de melancolía puede acabar por ser más una puesta a punto sobre el presente. Así, se acaba por encontrar un informe sobre la sociedad iraquí anterior a la invasión de Kuwait, un reportaje sobre un crimen olvidado, las incipientes corrupciones del presidente de una gran nación que el tiempo demostraría su culpabilidad, la referencia lateral a un tal Bin Laden o los especulativos y espectaculares avances que Internet iba a traer a la economía mundial. Se aprende sobre lo que entonces preocupaba y cómo se ha resuelto, se da contexto al aquí y al ahora. Al estar en el proceso de "ordeno y tiro", la vista se fija en reportajes y visiones, en nombres que en el momento en el que se leyeron sus artículos eran unos desconocidos y ahora son amigos y admirados: Paco Perejil, Jacinto Antón, José Manuel Fajardo, Carlos Arribas, Ramón Lobo, Feliciano Fidalgo o Julio Fuentes, que ya no están con nosotros. (El periodismo escrito tiende al anonimato, a difuminar al individuo a favor en el medio, a que el lector se identifique con el diario pero no con el autor. Cuando el lector sabe el nombre de un periodista se ha conseguido algo grande). Todo acabará ahora en el contenedor del reciclaje de papel. Los periódicos ya no envuelven el pescado, como antes. Las cosas cambian. Quizás nunca más volvamos a ordenar los papeles, a clasificar el archivo: lo que interesa se acaba por guardar en documentos de Word, todo de corrido. La red no lo da todo y el entretenimiento de una tarde nublada de verano no sería lo mismo ante la corta memoria de Internet, ni delante de un pantalla estática. Entonces... ¿Quién leerá nuestras bitácoras cuando estemos lejos?

jueves, 25 de julio de 2002

Análisis
"Las finanzas se parecen mucho a las noches de exceso: el mundo es mejor, más rápido, más grande, más agradable".
Pedro José Vallín, Los amos del mercado, artículo de opinión publicado en Micanoa.

La expendedora de libros
En un metro de una gran ciudad europea se han sustituido los pastelitos de una máquina expendedora por libros, para asombro de algunos, regocijo de muchos, y comentarios de bitácoras. Vía La Decadencia del Ingenio


Nuevo en la gavia
Dice de sí mismo: "El oblivión, suburbios, cultura camp, cositas de amiguitos, subculturas juveniles y eso, mis obsesiones, artistas que -según Doder- sólo yo conozco, el América, el Boca, la albicileste, Morrissey hasta hartarse y más...". Desde México D.F. nuestro amigo Rafael Tablado presenta CantorPistola, ni más ni menos.

miércoles, 24 de julio de 2002

Clones
Los clonadores kaminoanos

Los bienpensantes gobernantes de las civilizadas naciones que ordenan el mundo temen a los científicos, esos tipos que les gusta el conocimiento puro y que no se suelen plegar a las necesidades de la política o el capital. Inspirados más por las influencias y las ínfulas que por la ciudadanía, los mandatarios temen el poder que puede emanar de los genes porque sospechan que podría ser universal e incontrolable, democrático en las exigencias, como es universal la pretensión del derecho a la salud, a la educación, a la comida. El poder teme a los genes y siempre ha querido controlarlos. Antes del nazismo, civilizadas y democráticas sociedades como la escandinava o la estadounidense tenían leyes de limpieza étnica que trataba de impedir la reproducción o el acceso a los derechos de los enfermos, los pobres, los disidentes. Los ejemplos se siguieron sucediendo durante los años, a pesar de lo sabido, y ahí está el Perú de Fujimori, en el que 300.000 ciudadanos fueron esterilizados sin su conocimiento. Es la guerra de los genes. En un mundo donde la selección natural más darwiniana se ha visto acorralada por un cierto bienestar fruto de la civilización, la nueva guerra es la de la eliminación de los genes que molestan, que producen gasto a quienes manejan los recursos. El genocidio también puede ser filantrópico. “Cortemos el futuro a los que portan los genes de la enfermedad”, dicen las aseguradoras, que prefieren desterrar al paciente que curarlo. “Curemos a quienes puedan pagarnos”, dice la Gran Farma, mientras esconde remedios hasta que los mercados estén maduros. No conviene una vacuna contra el SIDA: es mal negocio. Con todo ello, que Corea del Sur busque a un grupo de iluminados que dicen que han clonado a un ser humano es un chiste, así expresado. Lo que interesa es qué se clona y por qué, no el método. Y clones, clones, lo son los hermanos gemelos y no pasa nada.

martes, 23 de julio de 2002

La necesaria fantasía
Ursula K. Leguin

"Adoramos las viejas historias por su permanencia (../...) Así es que la gente acude a los reinos de fantasía en busca de estabilidad, de antiguas verdades, de simplicidades inmutables.
Y las fábricas del capitalismo se las proporciona. La oferta satisface la demanda. La fantasía se convierte en un producto, en una industria.
La fantasía hecha producto no acarrea riesgo alguno: no inventa nada, sino que imita y trivializa. Comienza por privar a las viejas historias de su complejidad intelectual y ética, convirtiendo su acción en violencia, a sus actores en muñecos, y a la verdad que revelan en un cliché sentimental. Los héroes blanden sus espadas, sus láseres, sus varitas mágicas, tan mecánicamente como cosechadoras, recogiendo las ganancias. Las lecciones morales profundamente perturbadoras son descafeinadas, transformadas en encantadoras y seguras. Las ideas apasionadamente concebidas por los grandes contadores de historias son copiadas, estereotipadas, reducidas a juguetes, moldeadas en plásticos de colores llamativos, anunciadas, vendidas, rotas, tiradas a la basura, reemplazables, intercambiables".
Ursula K. LeGuin, Los cuentos de Terramar (prólogo).

domingo, 21 de julio de 2002

Democracia de papel
El canal de Historia emitía una serie de documentales, aprovechando el 18 de julio, sobre la triste e intelectualmente paupérrima España de Franco, en la que el pensamiento era sustituido por la consigna, la oposición era esquilmada, los referendos manipulados, y la religión llegaba hasta la cama de los contribuyentes. Un país donde los problemas se solapaban por consignas patrioteras y reclamaciones territoriales trasnochadas. No es muy distinto del Marruecos de hoy en día y es especialmente importante recordarlo en un momento en el que con la ayuda o las órdenes del amigo americano, el absurdo y medieval conflicto del Perejil parece que tiene todo para resolverse. Más allá de la legitimidad sobre el peñasco, hay algunas cosas que hacen que Marruecos no sea una nación con la que sentarse a hablar en condiciones de igualdad, salvo, quizás, en el juego de intereses económicos. La legitimidad del rey marroquí viene dada por no-sé-qué descendencia del profeta, y su poder sigue siendo omnímodo en materias como asuntos exteriores, interior, relaciones religiosas, defensa. Los sermones de las mezquitas de Marruecos y de buena parte de España están redactados por la Casa Real Alauí. La represión con los discordantes se trabaja en dos niveles: la represión y la censura. Y su política exterior siempre es de palo sin zanahoria, sabedores de la comprensión de EE.UU. y de Francia, que ven al país como el valedor de Occidente ante el mundo árabe, un mundo al que en el fondo le gusta excluirse, y póngase como ejemplo que ningún líder occidental asistió a la boda del caprichoso rey marroquí. La desconfianza es mutua, y visto esto, no es para menos. Se comentaba en Un, dos, tres que con los dictadores no había negociación posible. Las pretensiones sobre Ceuta y Melilla, ciudades fundadas por españoles y portugueses en el siglo XV con el objeto de controlar a los piratas berberiscos que asolaban las rutas comerciales del Mediterráneo están fuera de lugar. Nunca fueron fruto de la colonización, como pretenden en el Sur, no son comparables con Honk Kong, o el África del XIX y el XX. Ni tan siquiera cercanas a Gibraltar (botín de guerra británico). Es cierto que las fronteras las pone la historia y no la geografía, pero en este asunto, se supone que los que viven en lugares así tendrán algo que decir: la gente de Gibraltar, las Malvinas, Honk Kong, Ceuta, Melilla. Porque si no, acabaremos creando guerras irredentas como la de Palestina, la del Sáhara Occidental, la de Timor Oriental.

viernes, 19 de julio de 2002

De titanes y hombres
Ellos se pelean, nosotros perdemos.

Lo anunciado hace unos días tuvo lugar, y finalmente se produjo la tantas veces negada noticia: Wanadoo compra Eresmas a Auna por 255 millones en acciones un asunto en el que se había hablado con extensión con Denker Über en el momento en el que Eresmas adquirió Starmedia, y a fecha de hoy, tras la noticia. De nuevo la concentración, y de nuevo un mal muy latino, el de vender al mejor postor sin ninguna consideración negocios que pueden tener un valor estratégico o cultural. Lo único que se acaba por demostrar es que Internet no tiene por qué ser sólo norteamericano. En Europa están Tiscali, Terra, T-Online, Wanadoo, los nuevos titanes. Recién llegados al mundo e inconscientes de su tamaño, no ven que su crecimiento va ir parejo a la destrucción del suelo por el que pisan y que es el de todos, el de los hombres. El antiguo y fecundo mar de Internet se vuelve menos fértil a cada paso en que los nuevos monstruos se devoran unos a otros para que al final, se queden solos. El oceáno será de los navegantes.

Un héroe de nuestro tiempo
Finalmente, Lance Armstrong se vistió de amarillo en el Tourmalet, el mítico puerto de montaña del Tour de Francia. La gesta comenzó antes, como cuenta en sus magníficas crónicas Carlos Arribas en El País. Un amigo, oncólogo, da una nueva dimensión a Armstrong, hasta el momento inadvertida. Cuenta, que además de superar cirugías y quimioterapia para librarse del cáncer que le atenazaba tuvo que reconstruirse después de eso, y fue ese periodo en la Costa Azul y en los Pirineos lo que le convirtió en el vencedor de tres Tours y quizás de un cuarto. Cuenta este médico que antes del cáncer, Armstrong era un ciclista con mucha masa muscular. "Lo malo de ser grande es que tienes que desplazar mucho peso", comenta, y eso le hacía ser el rey de las clásicas. "La quimioterapia le destrozó todos los músculos", asegura, "pero no la capacidad de sus pulmones y sobre todo, la de su corazón". Pasado el tratamiento, tuvo que recuperar músculo, pero no obtuvo tanto como antes, y así no alcanzó tanto peso. Armstrong es hoy menos fuerte en todo, menos en lo que más importa a un ciclista: "tiene el corazón enorme". Un corazón que bombea la sangre con una intensidad y rapidez que pocos han tenido, un corazón al servicio de la voluntad y que le hacen un héroe de nuestro tiempo.

jueves, 18 de julio de 2002

Un 18 de julio
Un viejo militante comunista comentaba un 18 de julio de 1936 que aquello sólo iba a durar 24 horas. Era mi abuelo. El resto, es Historia.

miércoles, 17 de julio de 2002

Las razones de la fuerza
Una de las fragatas desplegadas patrulla la zona de la isla Perejil.

Finalmente, España ha hecho lo que se espera de una potencia europea: reconquistar el islote de Perejil, el peñasco perdido frente a la costa de Marruecos ocupado por soldados marroquíes en una parodia de la guerra de Gila. Los militares españoles hicieron lo propio y, tras interrogarlos, les dieron un café y unas tostadas y los pusieron en la frontera. Todo el mundo desea que éste sea el fin del episodio, un tanto rocambolesco, que se ha sufrido en la última semana, pero no es cierto. Dejando de lado la real magnitud de los hechos (el ejército español no se enfrentaba con ninguna fuerza regular desde el 1898, contra los Estados Unidos), la invasión de un yermo trozo de tierra es un peldaño más en la larga escalada proyectada por el rey marroquí y su infausto padre, legítimos herederos de una dictadura teocrática y medieval. Las relaciones siempre han sido de tensión, de pulso constante, aprovechando momentos de debilidad o de duda en España. Con Franco agonizando, se armó la marcha verde que convirtió a los saharahuís en los palestinos del norte de África. Nunca hubo autodeterminación, tan sólo una invasión, que ahora cuenta con el apoyo de los Estados Unidos (y Francia) a cambio de prospecciones petrolíferas en la zona. En el momento de asumir la Presidencia Europea, se rompe un acuerdo histórico de explotación de los recursos pesqueros de la zona. Con un cambio de ministros y boda real se invade un peñón, mientras al otro lado del Estrecho, España y el Reino Unido casi llegan a un acuerdo sobre Gibraltar. Son las democracias consolidadas frente a las dictaduras arcaicas, que no dudan en poner en peligro a su pueblo, alentar la inmigración como arma política frente a Europa, el cultivo de hash como medio de vida y de recaudación. La paz no sirve siempre. Cuando nadie escucha la fuerza de la razón se impone la razón de la fuerza. Como siempre, quienes sufrirán serán los marroquíes, títeres en manos de un rey que antes fue un príncipe consentido, la mujer que llevaba a sus cabras a pastar a un desolado islote, ellos.

martes, 16 de julio de 2002

Comunidad

"Todos los weblogs en un sólo lugar, ordenados por categorías y compartiendo un solo lugar". Una propuesta a la que Mar Interior se ha unido y a la que invita a los visitantes con bitácora propia a sumarse. Estamos de enhorabuena.

lunes, 15 de julio de 2002


El Estado de las Naciones
Tiene lugar en estos días en el Parlamento español el debate sobre El Estado de la Nación. Se confronta una oposición que busca su hueco frente a un gobierno con mayoría absoluta que acaba de sufrir una huelga general y una remodelación ministerial, además de estar inmerso en una crisis institucional con el gobierno vasco y otra diplomática con Marruecos. Lo visto hasta el momento, trasciende los estrechos límites del país, se hace símil de la situación política del mundo en el que vivimos; frente a un línea oficial en la que la discusión no es posible, que defiende el liberalismo económico como la única opción en la que vivir, se encuentra una oposición que se queja de lo hechos: la progresiva desmantelación de las conquistas sociales, la privatización de los bienes del Estado, la desnudez diaria del ciudadano. Las quejas son justas, pero de nuevo no se ofrecen soluciones. Citaba Paco Ignacio Taibo II, en Primavera pospuesta a Daniel Cohn Bendit, el mítico dirigente del 68 francés y hoy eurodiputado que, hace más de 25 años, decía: "Confieso que puedo explicar más claramente lo que rechazo que lo que quiero". Esa postura de entonces parece más extendida de lo imaginado hoy, a pesar de los años, y produce un cansancio que lleva al hastío. La denuncia y la queja son imprescindibles, pero ¿dónde están las alternativas, las soluciones, los métodos del cambio?

Fin de fiesta
Acabó la Semana Negra, querido y caótico festival, al que el editor de Mar Interior ha estado vinculado muchos años en el pasado, y donde cuenta un buen número de amigos entre los organizadores y los invitados también. La ciudad efímera que se construye en torno a la literatura recoge sus lonas hasta el año que viene.Quod sola civitas sedes. (14/07/02)

Un debate anticuado
A punto de acabar la Semana Negra, tiene lugar un debate con autores españoles sobre lo que es el género negro. Andreu Martín, figura destacada del género en los ochenta, pidió, de nuevo definirlo, ante la mirada escéptica y un poco cansina del resto de los asistentes a la mesa, entre quien se cuenta Juan Carlos Somoza, que acaba de ganar el Hammett con su última novela. El debate no es novedoso. La mesa se llamaba "¿Qué hay de nuevo en la novela negra española?" y la respuesta es "polémica" pero algo trasnochada y repetida, al menos en este festival. Quién quiere repetir modelos importados de gabardinas y mujeres peligrosas es un nostálgico o una rémora. Si algo ha distinguido a este género es su capacidad para penetrar la realidad y contarla, su esfuerzo por romper las convenciones y su defensa de que la literatura es un hecho democrático y popular. El resto, son ganas de volver a tiempos que, para el bolsillo y, sobretodo, para el ego de algunos, eran mejores. (13/07/02)

viernes, 12 de julio de 2002

Contar lo visto
Soldados israelíes piden la documentación a palestinos. (AP Photo/Nasser Nasser).


Quizá lo mejor del periodismo es la posibilidad de acercarse a lo que se desconoce, formar parte de eso, y tener la oportunidad de contarlo con libertad, conocimiento y objetividad. La objetividad no es sinónimo de neutralidad. A la injusticia no hay que comprenderla, pero si contarla, con rigor y sin manipulaciones. Y en eso te puede ir la vida. En la Semana Negra hay un festival incrustado y necesario: el Encuentro Internacional de Fotoperiodismo Ciudad de Gijón. Entre las muchas cosas vistas y oídas está la exposición de varios fotógrafos de AP sobre la última ofensiva israelí en Cisjordania. También un homenaje a Julio Fuentes, un experimentado corresponsal de guerra, siempre afable y atento a la realidad que le rodeaba. Fue asesinado en un control de carretera de los talibanes en una polvorienta carretera de Afganistán, días después del comienzo de los bombardeos estadounidenses. Murió para contarlo. Aquí, un resumen en imágenes.

Héroes
El ciclista español Igor González de Galdeano sigue líder en el Tour de Francia, una gesta para un ciclista español que nadie había conseguido desde los días de gloria de Indurain. Sin embargo, por razones que no explicaré el héroe para mí sigue siendo Lance Armstrong.

Invasión
No había noticias ¿Quién lo iba a decir? Ahora va y Marruecos nos invade. De momento, estamos a la espera... Todo recuerda a la guerra de las Malvinas, pero hoy nos toca ser ingleses.

La mirada anónima
La escritora norteamericana Donna Leon.

El escritor lucha entre su imagen pública y un necesario anonimato que le permita observar, aprender, con la libertad de quién es ajeno. La norteamericana Donna Leon confesaba su secreto en la Semana Negra: "No tengo la enfermedad americana de la ambición. Elegí vivir en Venecia por muchas razones y decidí que mis libros no fuesen traducidos al italiano". Una elección curiosa, cuanto menos, en esta autora de cuerpo menudo que ha recorrido medio mundo dando clases a las legiones del imperio por sus muchos cuarteles: Arabia Saudí, Japón, la propia Venecia, de donde saca el universo tranquilo y un poco desencantado en el que viven sus personajes, y una visión crítica de la sociedad occidental a la que todos pertenecemos. La renuncia a los posibles derechos de autor que conseguiría en Italia se compensan con el éxito que tiene en Alemania y Francia, y en los últimos años, en España, donde el boca a boca ha sido su mejor publicidad. "El éxito me resulta ridículo, embarazoso. Es algo que nunca busqué", comentaba con sinceridad. Es mejor que los libros hablen por uno, que su culto comisario Brunetti vaya desentrañando con calma las tramas de un país, como el italiano, donde la picaresca y un cierto conformismo han construido un espacio de convivencia no siempre pacífico. (11/07/02)

miércoles, 10 de julio de 2002

La ciudad, poco después
La ciudad de Santa Fé de Bogotá, Colombia.

Hay una idea que anda flotando sobre las mesas redondas de la Semana Negra, una preocupación que no ha tomado el cuerpo completo de la palabra, pero que aparece en conversaciones y converge en argumentos cruzados. La ciudad, cómo será, cómo está ya siendo. Mario Mendoza, el escritor colombiano, decía que la ciudad del siglo XXI era la ciudad del Tercer Mundo: urbes como Bogotá, México D.F., Sao Paulo, megalópolis en las que no ha habido ni habrá planificación, en la que el orden y la civilización es un asunto de barrios. Ciudades como empieza a ser el Gran Buenos Aires, por el éxodo rural, microcosmos aislados, ciudades-estado, como Medellín o Cartagena, aisladas por la violencia de la guerrilla, ciudades-mundo, en la que se hablan cinco, seis, cuarenta lenguas, como Nueva York. Ciudades-historia, en la que la Edad de Hierro, hecha por mendigos, convive con el mundo medieval de las bandas de asaltantes y de los predicadores evangélicos, y el tercer milenio de la tecnología del distrito financiero. Quizás lo que no sabemos es cómo serán las ciudades en la bienpensante Europa, si sobrevivirán en su forma. Los indicios cuentan otra cosa, hablan de la tercermundización de las cinturones industriales, de barrios completos habitados por emigrantes de todos los continentes, de la repetición de los esquemas denunciados: baste mirar la periferia de París, los pueblos absorbidos por Londres, el sur mítico de Madrid.

Palabras de Colombia
A Santiago Gamboa, buen periodista y escritor colombiano, se le notan ya los años que lleva fuera de su país, y empieza a tener el aire ausente del corresponsal en el extranjero, un desprendimiento que le hace ser más de Bógota cada día que pasa en Gijón y en la Semana Negra. Habla con Jorge Franco Ramos, otro escritor, que menciona inteligentes neologismos como “narcorealismo” o “sicaresca”. Comparten la memoria violenta de un país con Mario Mendoza, autor de una trilogía áspera y desconsolada sobre la Colombia de hoy, un auténtico descenso a los infiernos. En los tres hay la mirada de quien ha visto el miedo, y tienen el secreto de la palabra proteica.
Santiago Gamboa:“Estamos en la resaca del narcotráfico. Y sí hay mal que cien años dure y cuerpo que lo aguante”.
Jorge Franco Ramos: “Es difícil ser colombiano... la realidad nos ha llevado a lo básico, a contar historias, nada más”.
Mario Mendoza:“Todos los récords colombianos son siniestros y asesinos”.

martes, 9 de julio de 2002

Palabra de escritor
Paco Ignacio Taibo I, a la derecha, junto a Fritz Glockner en una charla de la Semana negra 2002.

A Paco Ignacio Taibo I le pesan ya los años. Camina con torpeza y ve con dificultad, pero nada le impide querer y estar en todos los lugares que le sea posible, de la mano de Mari Carmen, su mujer. Una vida de periodista y escritor le avala. "El ejercicio del oficio es poner en marcha los curiosos amores que la vida te va mostrando", contaba Taibo I con alegría, a un tiempo que advertía que "llevar el oficio de escritor como quien lleva una pancarta, es una impertinencia. Yo soy quién soy, y perdón por citar a tan alta instancia". Después de unos años ejerciendo el periodismo en Gijón, decide marcar a México en el 58, siguiendo una estela de exilios familiares y allí se queda. "Un exiliado es un hombre que no deja de correr: Y dejé de correr porque no podía ser más tiempo ajeno a mí mismo". Y concluye: "Ya soy un hombre. Un hombre bueno".

Palabras sobre México
Los escritores mexicanos presentes en la Semana Negra quieren contar su país a la velocidad de las balas, y con las prisas, se les escapa la pólvora de la ironía. Están Eduardo Antonio Parra, Juan Hernández Luna, Mauricio José Schwarz, Fritz Glockner, y en la distancia, el director del festival, Paco Ignacio Taibo II. Todos cuentan historias terribles, de una enorme violencia. Hay también un cierto desencanto político. De tarde en tarde, salta una frase.
Eduardo Antonio Parra: “¿Cómo puede competir un escritor policíaco con la nota roja, o con la información política, o con la de espectáculos?”
Juan Hernández Luna: “Lo siento, no puedo ser suave”.
Mauricio José Schwarz: “En México tenemos los suicidas más creativos del mundo”.
Fritz Glockner: “Nuestras mejores fotos están en Lecumberri”.
Paco Ignacio Taibo II: "Cada vez que oigo a un escritor mexicano quejarse, le propongo ser escritor colombiano por dos horas".

Palabras sobre Cuba
Se escucha decir "doblemoral" y "mercadonegro", como una sola palabra, rápida, en boca del escritor cubano, Amir Valle, que anda escapado de su comisario político, despistado por los aeropuertos de España, incapaz de llegar a la Semana Negra. En la mesa redonda participan Lorenzo Lunar, Toni Álvarez, Justo Vasco, el propio Amir. Sólo dos, Lorenzo y Amir, siguen viviendo en Cuba. Tres han publicado en España. Todos hablan.
Lorenzo Lunar: "Escribir es una forma de salvar mi honor individual".
Justo Vasco: "La nostalgia es un truco. Toni guarda toda la que yo tengo".
Toni Álvarez: "En Estocolmo no entienden las historias que escribo".
Justo Vasco: "Mientras había un sueño, pensábamos que había que pagar algo por él".
Amir Valle: "Cuba es un país marginal con un pueblo culto".
Justo Vasco: "¿En qué momento acepté la disciplina antes que los principios?"

lunes, 8 de julio de 2002

La Argelia vivida
El escritor argelino Yasmina Khadra.


Yasmina Khadra es una autora argelina que escribe novela negra, un duro y cruel polar ambientado en el Árgel del terrorismo integrista y de la corrupción gubernamental. Esto no es cierto. Quien escribe las novelas es Mohamed Moulessehould, un militar sucinto, que ya ha cumplido los cuarenta, que estuvo en el ejército durante más de 36 años. "Durante ocho años luché contra el integrismo y en ese tiempo enterré a mis hombres, vi masacres y sentí cólera y rabia. Al final me vi en la necesidad de escribir, porque temía que la memoria se perdiese", contaba en la Semana Negra Khadra, como todo el mundo le conoce, y seudónimo que usa de manera definitiva, mientras presentaba su tercera novela policíaca de la serie iniciada con Morituri. Khadra vive ahora en una especie de exilio en París, escribiendo y contando. En España ha publicado ya seis libros en apenas año y medio. Ahora cuenta que prepara una novela sobre Afganistán: "es el centro del mundo. Algunas de las cosas que ocurrieron allí las había advertido. Quiero dar una mirada musulmana sobre lo que allí ocurre, pues la de Occidente es un poco superficial". El mundo que aporta Khadra a la literatura es cruel y despiadado, pero "también más grande" como dijo PIT II.

Ursula K. LeGuin regresa a Terramar
Pocos autores han sabido acercarse a la naturaleza humana como Ursula K. LeGuin. Sus personajes suelen estar llenos de humanidad y de una fuerza interior que, a pesar del sufrimiento, les hace seguir adelante y afrontar su destino con determinación y humildad. Si en sus novelas de ciencia ficción La mano izquierda de la oscuridad o Los desposeídos, dos grandes fábulas políticas y también dos grandes novelas sobre la condición humana, lo demostraba, en la serie de Terramar, de género fantástico, lo confirmó. Los libros de Terramar, protagonizados por un mago en un mundo insular, son un ejemplo de fantasía y también de compromiso y confienza en el ser humano. En los noventa, tras 17 años de silencio, apareció casi por sorpresa en cuarto libro de la serie: Tehanu. Ahora aparece un libro con cuentos, ya en español, de aquel universo: Los cuentos de Terramar del que se puede leer ya en la red un fragmento, y se anuncia la próxima publicación del quinto libro de la serie The other wind, cuyas primeras páginas también se pueden leer ya.