jueves, 30 de septiembre de 2004

El hombre y la palabra

Esta mañana la televisión se convirtió en un lujo. la admirada Montserrat Domínguez en vez de entrevistar a cualquier político vendiendo sus producto optó por acercase a Eduardo Galeano, con quién estuvo charlando durante media hora. Se habló de política, de latinoamerica y de la manera en la que el mundo está armado. Sobre los poderosos y los débiles, Galeano contó un cuento minúsculo:

"Un cocinero invitó a las aves de su corral a una reunión. Vinieron las gallinas, los pollos, las perdices, los faisanes, las ocas, los pavos, las codornices y un pato. Y el cocinero les preguntó "¿Con que salsa quieren que les cocine?", a lo que el pobre patro respondío: "Yo no quiero que me cocinen". El cocinero, sonrió y le dijo "Esa no es la cuestión. Que le cocine se da por supuesto".

De la escritura, cito a Juan Rulfo, quién le aseguba que con "el lápiz se debe escribir más con la goma de borrar de la punta que con la mina de grafito".

También dejo una frase para paladear toda una mañana y seguir pensando en lo imposible:

"El sistema quiere parecer destino, y no lo es."

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